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EEUU quiere aislar al ISIS en Raqa en paralelo a la batalla por Mosul

EEUU quiere poner en marcha una operación para aislar al Estado Islámico en su bastión sirio de Raqa simultáneamente con la ofensiva por la liberación de Mosul, en cuyos alrededores las fuerzas iraquíes y kurdas seguían combatiendo y ganando terreno ayer. Los desplazados suman ya miles.

«Queremos ver una operación de aislamiento (del Estado Islámico, ISIS) en Raqa tan pronto como sea posible», señaló Ashton Carter, secretario de Estado de Estado de EEUU, durante una visita a la región autónoma de Kurdistán Sur. «Estamos trabajando con nuestros aliados en Siria. Habrá una cierta simultaneidad de ambas operaciones», insistió, en referencia a la ofensiva sobre Mosul, que ayer cumplió su primera semana.

EEUU lidera una coalición internacional de unos sesenta países para luchar contra los yihadistas del ISIS en Irak y Siria. Si el ISIS pierde Mosul, solo controlaría como gran ciudad Raqa, en el norte de Siria. Tras conquistar rápidamente vastos territorios en Irak y Siria en 2014, el ISIS perdió terreno y numerosas grandes ciudades, como las iraquíes Fallujah y Ramadi.

La idea de la simultaneidad de las operaciones en Mosul y Raqa es, sin embargo, complicada de llevar a cabo porque aunque en la ofensiva sobre Mosul colaboran fuerzas iraquíes y kurdas, en Siria puede ser un quebradero de cabeza determinar qué fuerzas terrestres podrían llevarla a cabo. Washington apoya a las fuerzas kurdas y grupos rebeldes en la lucha contra el ISIS, pero el régimen de Bashar al-Assad y, apoyado por Rusia y criticado por EEUU, también reclama un papel en esa batalla.

Mientras tanto, la ofensiva para liberar Mosul, cumplió ayer su primera semana con importantes avances de las tropas iraquíes y peshmergas kurdos y ha causado ya al menos 5.070 desplazados, una cifra «moderada» y «manejable», según la ONU. Según el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Karim Elkorany, se espera que en las próximas semanas unos 200.000 iraquíes se vean forzados a dejar sus casas y agregó que los campamentos existentes y en construcción podrán albergar a hasta 418.000 personas. Pero la operación podría dejar hasta un millón de desplazados.

El principal avance peshmerga en el séptimo día de combates se desarrolló en torno a Bashiqa, al este de Mosul, ciudad que cercaron junto a otros siete pueblos, y cortaron la vía principal de suministros entre esta y la capital de Nínive. Según el comando general peshmerga, en esa batalla murió el emir del ISIS en la zona, Abu Faruq.

Intervención turca

El primer ministro turco, Binali Yildirim, confirmó que la artillería turca apoyó los peshmergas en la toma de Bashika, después de que las fuerzas kurdas pidieran ayuda al contingente militar turco que se halla desde el año pasado en un campamento cercano a esa localidad, donde entrena a las fuerzas armadas de Kurdistán Sur y a otras milicia suníes.

Tras estos avances, lograron situarse a nueve kilómetros de Mosul, una distancia igual a la alcanzada el sábado por las tropas del Ejército iraquí tras hacerse con el control de Baratala, ubicada al sur de Bashiqa.

Asimismo, las tropas iraquíes se hicieron con el control del 80% de Al-Hamdaniya, conocida también como Qaraqosh, a unos 27 kilómetros al este de Mosul, aunque todavía existían bolsas de resistencia del ISIS en varias partes de la urbe.

En Talkif, nueve kilómetros al norte de Mosul, los milicianos del ISIS repelieron ayer un ataque de las fuerzas kurdas, que tuvieron que retirarse.

Los kurdos rebautizan sus arabizadas aldeas

En una carretera polvorienta de Rojava, una mujer y sus cuatro hijos se paran frente a un cartel que reza Joldara, el nombre kurdo de su aldea, que hasta ahora se llamaba Chajra, en árabe. Es una de las más de 500 localidades a las que las autoridades de la región autónoma kurda han decidido devolver su nombre original, perdido hace medio siglo por una denominación árabe, como el de sus habitantes.

Joldara, en Jaziré (Hassake, en árabe), significa en kurdo ‘Llanura cubierta de árboles’. Tras arabización de 1962, se llamó Charja (árbol', en árabe).

La arabización empezó entre 1958 y 1961, con la República Árabe Unida, la unión entre el Egipto de Gamal Abdel Nasser, adalid del panarabismo, y Siria, y se aceleró con la llegada al poder en Damasco del partido Baas. Este proceso fue a la par con la distribución de tierras a los agricultores árabes para modificar la composición demográfica en el norte de Siria, dice el historiador kurdo Zorhab Qado. Tres millones de kurdos perdieron sus derechos en Siria. Se les prohibió hablar y enseñar en kurdo, celebrar sus fiestas y decenas de miles se convirtieron en apátridas tras un polémico censo en 1962.

En abril de 2011, Bashar al-Assad les devolvió la nacionalidad y en 2012 sus tropas se retiraron de Rojava. Reforzados por el apoyo de EEUU en su lucha contra el ISIS, los kurdos establecieron instituciones propias, que utilizan la nomenclatura kurda y la árabe entre paréntesis.GARA