Alberto PRADILLA
MADRID
CRISIS POLÍTICA EN EL ESTADO ESPAÑOL

PSE y PSN tratan de limitar la abstención sin ninguna expectativa

PSE y PSN se han puesto a la cabeza de los que intentan limitar la abstención del PSOE que entregará el Gobierno español al PP. Abogan por mantener el «no» y que 11 diputados se inhiban, conscientes de lo dañada que está la imagen de Ferraz. El líder de la gestora, Javier Fernández, ya avisó el domingo que la decisión afecta a los 84 diputados.

Trataron de convencer al Comité Federal de que la abstención en segunda votación y la entrega del Gobierno español al PP eran un error. No lo consiguieron. Se impuso la vía de facilitar el Ejecutivo a Mariano Rajoy y ahora intentan minimizar los daños. Tanto PSE como PSN, las dos federaciones de Ferraz en la CAV y Nafarroa, abogan ahora porque la abstención no se realice en bloque, sino que sea «limitada». Es decir, que se mantenga el «no» a la derecha y 11 diputados de los 84 que tienen se inhiban y permitan que el PP gobierne. Ambas formaciones tienen experiencia en pactos con Génova. En la CAV, Patxi López fue lehendakari en 2009 con los votos de Antonio Basagoiti, entonces líder del PP. En Nafarroa, el PSN entró en caída libre desde que, en 2007, protagonizó el «agostazo» y vetó un gobierno alternativo con NaBai e IU, permitiendo que UPN se hiciese con el poder. Desde entonces, ambas federaciones han sufrido una enorme pérdida de apoyos en sucesivos comicios.

«La Comisión Ejecutiva del PSE ha acordado por unanimidad dirigirse a la gestora del PSOE para solicitar a la misma que la abstención en la investidura de Mariano Rajoy se concrete exclusivamente con 11 votos, los estrictamente necesarios para dar cumplimiento al acuerdo del Comité Federal». A través de una nota, la formación liderada por Idoia Mendia insistía ayer en buscar una solución alternativa que limite el coste que previsiblemente sufrirá al entregar el Gobierno al PP. «No podemos entregar al PP todo el valor político del PSOE con un voto unánime del grupo parlamentario, especialmente cuando basta con 11 abstenciones para que salga adelante la investidura. Si no hay nada a cambio, si no se ha alcanzado ningún acuerdo, si lo que queremos es liderar la oposición y presentar una alternativa a las políticas de la derecha, basta con un acuerdo mínimo, suficiente para que salga elegido Rajoy, pero que no fracture a los socialistas y no haga más daño al partido», afirmó.

La Ejecutiva del PSE mantiene una posición unánime e incluso trató de liderar el rechazo a la abstención con una resolución de Txarli Prieto. Pero hay disensos. Eduardo Madina y Ramón Jáuregui, el primero diputado por Madrid y el segundo recién nombrado portavoz en Bruselas, defendieron la abstención. Aún siendo díscolos, está previsto que todos los miembros del PSE acaten el mandato de la gestora salvo Odón Elorza. El parlamentario por Gipuzkoa ya ha advertido que «votará en conciencia» y mantendrá el «no».

En Nafarroa se mantienen las mismas tesis. Asumido que el «no es no» de Pedro Sánchez fue derrotado el domingo, la formación que dirige María Chivite defiende también que se abstengan solo 11 de los diputados y el resto mantenga el rechazo a Rajoy. La dirigente navarra instó ayer a la gestora dirigida por Javier Fernández que «tenga en cuenta el marco en el que se ha producido la decisión, la situación del partido en estos momentos y que no insista en romper más el partido ni visualizar que el partido está roto».

No parece que estos recados vayan a tener eco en la dirección provisional de Ferraz. Fernández ya compareció el domingo para dejar claro que el mandato afecta a todo el grupo parlamentario, que es «imperativo» y que no cabe la libertad de voto. Críticos, como el PSC, alegan que esa obligatoriedad no cabe en el artículo 67 de la Constitución, que la excluye explícitamente. No parece que la gestora vaya a dar su brazo a torcer.

 

UPN pide «estabilidad», el PNV calla e IU censura la «traición»

El presidente de UPN, Javier Esparza, participó ayer en la ronda de contactos abierta por el jefe del Estado español, Felipe de Borbón, de cara a la investidura. Como aliado del PP se mostró satisfecho con la abstención del PSOE que permitirá gobernar a Mariano Rajoy pero lanzó un recado a Ferraz. «La estabilidad empieza en la investidura, pero hay más». Con esta frase, el líder de UPN (que sustituye en estos encuentros a sus diputados Iñigo Alli y Carlos Salvador) instaba al PSOE a no solo permitir un gobierno, sino también avalar cuestiones como los presupuestos. Dentro de esta ronda, Aitor Esteban (PNV) también pasó por Zarzuela. Como es habitual no ofreció declaraciones. Alberto Garzón (IU) censuró la «traición histórica» del PSOE y vaticinó movilizaciones.A.P.