Se celebró ayer el acto de Apertura del Año Judicial, en el que se suceden los discursos del presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, que acostumbra a introducir algunas reclamaciones materiales propias de su cargo, y el del lehendakari, que también suele hacer frente a esta faceta de la Administración de Justicia.

Ibarra y Urkullu confluyeron ayer en el avance de la digitalización y el camino para avanzar hacia el «Expediente Judicial Electrónico» y en las mejoras en los servicios de justicia para menores. Se ve que es un ámbito en el que hay buena sintonía entre las partes, como quedó demostrado en el discurso de Juan Luis Ibarra, cuando mostró «nuestro más intenso agradecimiento al equipo del consejero don Josu Erkoreka por compartir el empeño en hacer realidad el derecho de todos a una buena Administración de Justicia».

Urkullu: Política penitenciaria

Pero el acto tuvo esta vez también un componente más político. El lehendakari, Iñigo Urkullu, abogó por «el diálogo constante, imprescindible para alcanzar acuerdos estables; la colaboración permanente, para no incurrir en disfunciones; y el respeto mutuo, imprescindible para crear un clima de confianza».

En su discurso, el lehendakari sostuvo que «desde estos principios se pueden abordar todos los objetivos de esta legislatura. Destaco por su relevancia, en este foro y en este momento –recalcó Urkullu–, la transferencia en materia de instituciones penitenciarias recogida explícitamente en el Estatuto».

Y entendió también que «esta es una buena ocasión para volver a poner sobre la mesa la necesidad de adecuar el actual marco competencial en materia de Justicia a la realidad política del autogobierno vasco». Aseguró el lehendakari, que opta a la reelección, que «no vamos a cejar en el empeño. Vamos a seguir trabajando para lograr dar respuesta a la legítima aspiración de contar con nuestra propia Administración de Justicia. Una aspiración –manifestó– perfectamente compatible con una actuación presidida por el diálogo, la colaboración y la lealtad, en aras a prestar el mejor servicio a la ciudadanía».

Arzuaga: Justicia transicional

En el acto participó por primera vez una delegación de EH Bildu, compuesta ayer por los parlamentarios y abogados Julen Arzuaga y Jone Goirizelaia y por la vicepresidenta primera de la Cámara, Eva Blanco. Arzuaga explicó ante los medios que la formación soberanista reivindica «una justicia transicional que resuelva esa justicia excepcional que se ha estado aplicando en este país».

EH Bildu defiende una Justicia «ordinaria, que coadyuve a un futuro en paz y normalización política». Además, Arzuaga reclamó una «Justicia descentralizada», aplicada por los «jueces naturales». «Eso sería un paso –declaró a la entrada del acto oficial– para la creación para una Justicia vasca, euskaldun, moderna y próxima al ciudadano y a la ciudadana».

El parlamentario de EH Bildu señaló que ven condiciones para llevar esos retos a la práctica, en colaboración con otros agentes. Julen Arzuaga explicó que esta era la primera vez que acudían al acto porque también por primera vez «tenemos recogidos en el programa electoral importantes nudos que debemos desatar y que debemos resolver, en torno a la Justicia».

No ocultó que «hay un agravio cruzado entre lo que ha sido la izquierda soberanista y la Justicia, porque por parte de ambos se han sufrido agravios importantes en el pasado». Pero emplazó a «dejar esto en el pasado» y a «proyectarnos a un futuro mejor».

El parlamentario de EH Bildu abogó por una «normalización de todas las relaciones» con la Administración de Justicia y por que «ese pasado de agravios que hemos mantenido también nosotros con la Justicia quede precisamente en el pasado». Añadió que «queremos dar pasos hacia un futuro en el cual la Justicia sea un servicio que se le debe prestar a la ciudadanía en los términos en que la ciudadanía desee que se deba de reconstruir la Justicia».