Tenía que llegar. La escalada del Ibex dejaba el campo abonado para una toma de beneficios. Y eso ocurría ayer, a pesar de que no se conocieron informaciones especialmente negativas en el orden macroeconómico ni en el empresarial. Lo peor vino desde Estados Unidos, con una caída superior a la esperada en el índice de confianza del consumidor del Conference Board para el mes de octubre. Pasa de los 103,5 puntos de setiembre a 98,6 puntos, por debajo de los 101,5 puntos esperados. Este dato contrastaba con otros dos mejores para los mercados: la subida de los precios en las viviendas de Estados Unidos en agosto y la notable mejora del clima empresarial en Alemania, según el índice IFO.

En Wall Street, que abría la baja, el centro de atención eran los resultados empresariales. Se esperaba con interés a Microsoft, que informaría de su ejercicio tras el cierre de la bolsa. Antes pudieron examinar a Procter & Gamble, que ganó 2.714 millones de dólares en el trimestre y sus acciones se disparaban más de un 4%.

El Ibex se paró en los 9.139,70 puntos, después de ceder un 0,83%. También acabó en rojo el resto de índices europeos, excepto Londres (+0,45%). Fráncfort bajaba un 0,04%, y París, un 0,26%. Dentro del Ibex, el más castigado fue Dia (-6,65%), tras presentar unos beneficios de 107,5 millones de euros hasta setiembre, un 3,3% más. Por detrás terminaban Sol Meliá (-3,23%), Popular (-2,37%) y Sabadell (con -2,29%). De los grandes valores, los peores fueron Santander, Inditex y BBVA al caer más de un 1%. Las mayores ganancias eran para ArcelorMittal (+1,50%).

En París, Orange (+4,12%) lideró las alzas empujado por sus cuentas trimestrales, mientras que Airbus (-2,63%) sufría el mayor recorte.