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El caos en Siria complica la puesta en marcha de la ansiada operación en Raqa

Aunque los avances en la ofensiva sobre Mosul llevaron a los responsables militares occidentales a anunciar sus intenciones de poner en marcha a corto plazo una operación en paralelo en el bastión yihadista sirio de Raqa, desde el anonimato fuentes aliadas eran menos optimistas e insistían en que la caótica coyuntura en Siria dificulta incluso su coordinación. Las escuelas sirias volvieron a ser ayer objetivo de ataques en Duma y Alepo.

Un niño correo con un bebé en brazos en un hospital tras un ataque aéreo en Duma. (Abd DOUMANY/AFP)
Un niño correo con un bebé en brazos en un hospital tras un ataque aéreo en Duma. (Abd DOUMANY/AFP)

Inmersa en la batalla de Mosul en Irak, la coalición internacional también quiere atacar la segunda «capital» del Estado Islámico (ISIS), Raqa, en Siria, aunque la operación se anuncia difícil, teniendo en cuenta el gran número de grupos antagonistas en el conflicto a los que va a ser difícil coordinar.

La ofensiva para reconquistar Raqa empezará «en las próximas semanas», aseguraron el miércoles el secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, y su homólogo británico, Michael Fallon. «Es nuestro plan desde hace mucho tiempo y somos capaces de mantener» al mismo tiempo las ofensivas contra Mosul y contra Raqa, afirmó Carter.

Hasta ahora, no se había dado información sobre cuándo iban a atacar a los yihadistas en Siria. Pero, a raíz del «avance considerable» en la ofensiva en Irak, los jefes militares hablan ahora de «concomitancia» entre las operaciones en Mosul y Raqa.

Sin embargo, desde el anonimato, las afirmaciones son menos optimistas. «Hoy en día sería difícil para la coalición sincronizar, organizar», los movimientos entre las dos batallas, así como repartir de forma eficaz los medios aéreos, reconoce un alto responsable militar estadounidense. «Está claro que todo no está preparado para mañana para Raqa», considera una fuente francesa, que admite que en la lucha contra los yihadistas del ISIS, la coyuntura siria es «mucho más compleja».

Como resumía recientemente el diario libanés “L'Orient le Jour”, «en comparación al caos sirio, el rompecabezas iraquí parece casi un juego de niños».

La ofensiva contra Mosul, que cayó en manos yihadistas en junio de 2014, fue planeada durante más de un año, entre la coalición, Bagdad y las autoridades de Kurdistán Sur. E la llevan a cabo las fuerzas iraquíes y los peshmergas kurdos, apoyados por la coalición.

Siria se encuentra dividido en múltiples grupos antagonistas, que cuentan con el respaldo directo o indirecto de potencias regionales e internacionales.

«Hay una diferencia esencial entre Irak y Siria. En Irak, intervinimos a petición de las autoridades de Bagdad», recuerda la fuente francesa. Los países que forman la coalición antiyihadista se opone al régimen de Bashar al-Assad y quieren evitar cualquier tipo de operación que pudiera favorecerle.

En cuanto a quien lideraría la batalla en Raqa y de qué fuerzas se dispone, Carter señaló que «como en Mosul, el principio estratégico es que deben ser fuerzas locales eficaces y motivadas». «Tiene que ser una fuerza árabe la que retome Raqa», afirma un alto cargo estadounidense, desde el anonimato.

Raqa, con 200.000 habitantes de mayoría suní, no puede ser reconquistada por los kurdos, insisten varias fuentes.

«En este momento, solo hay dos fuerzas en Siria que luchan contra Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico), las Fuerzas Democráticas Sirias (coalición árabe y kurda apoyada por EEUU) y los rebeldes sirios del ESL (Ejército Sirio Libre, respaldado por Turquía)», según la fuente francesa.

En total, las estimaciones apuntan a entre 10.000 y 30.000 efectivos.

El enfrentamiento entre las milicias kurdas y Turquía, que lanzó una operación terrestre en el norte de Siria en agosto para impedir la constitución de una entidad autónoma kurda, hace que sea imposible una colaboración entre ambas fuerzas.

Washington parecía inclinarse el miércoles por Ankara. «Trabajamos de forma importante con el Ejército turco en Siria. Esto dio resultados muy significativos con la toma de control de Dabiq» este mismo mes, declaró Carter en Bruselas después de reunirse con su homólogo turco, Ismet Yilmaz. «Buscamos otras ocasiones para colaborar en Siria, e incluir Raqa», añadió.

Ayer mismo, el presidente de EEUU, Barack Obama, expresó en una conversación telefónica a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, la necesidad de estrechar la coordinación entre los dos países en la lucha contra el ISIS en Siria.

Obama reconoció la «contribución» de Ankara en la campaña para desalojar a los yihadistas de la frontera norte de Siria, controlada casi en su totalidad por milicias kurdas YPG, y celebró el diálogo entre Turquía e Irak para «determinar» el nivel de implicación de Ankara en la coalición internacional que lucha contra el ISIS en ese país y que protagoniza en estos momentos una ofensiva contra la ciudad iraquí de Mosul.

Erdogan, por su parte, indicó que el objetivo de su operación militar en el norte de Siria es atacar Manbij, liberada recientemente de ISIS por las YPG kurdas, y Raqqa, tras el asalto a Al-Bab, planes de los que informó a Obama.

Respecto a Raqa, el principal comandante estadounidense en Irak había revelado el miércoles que los milicianos de las YPG formarán parte de los esfuerzos para aislar a los yihadistas en esta ciudad.

Según declaró ayer el ministro de Defensa turco, Fikri Isik, a la cadena TRT Haber, Ankara pidió a EEUU que mantuviera a las YPG fuera de Raqa y ofreció apoyo militar para la toma de la ciudad.

Más bombas contra escuelas

Al tiempo que Rusia aseguraba ayer no tener «nada que ver» con los ataques aéreos que provocaron, según la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la muerte de al menos 22 niños y seis maestros en la provincia de Idleb, este organismo denunciaba nuevos ataques con cohetes contra escuelas siria, en Duma, en manos rebeldes, y en el oeste de la ciudad de Alepo, bajo control del Gobierno. Unicef dijo que, con las de ayer, cinco escuelas han sido atacadas en Siria desde el pasado 11 de octubre.

Según varias fuentes, al menos seis menores murieron ayer y otros quince resultaron heridos por la caída de cohetes en un colegio y sus inmediaciones en una zona bajo control gubernamental de Alepo.

«Ayer –por el miércoles–, cuando un complejo escolar en Siria fue atacado repetidamente, matando a docenas de niños y maestros, creímos haber visto las profundidades de la depravación», señaló en un comunicado Anthony Lake, el director ejecutivo de Unicef, que lamentó que se trata de «una cicatriz más en el futuro de Siria».

«¿Atacar escuelas? ¿Matar niños? Es simplemente inhumano», dijo Lake, que instó al mundo a condenar estos actos. «Los informes hoy de ataques a escuelas en Duma y Alepo occidental deberían ahondar nuestra repulsa e indignación», abundó.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió una investigación «inmediata e imparcial» del ataque en Idleb y subrayó que los responsables deben rendir cuentas.

Algunos medios de comunicación árabes y occidentales acusaron enseguida a la aviación rusa y las Fuerzas Armadas sirias del ataque de Idleb, provincia en la que solo los ejércitos ruso y sirio emplean aviones de combate.

Un portavoz del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, afirmó ayer que ninguna aeronave rusa entró en la zona donde tuvo lugar el bombardeo, la localidad de Haas, e incluso puso en duda que la escuela fuera atacada desde el aire. «Según una fotografía hecha por un dron ruso, el tejado de la escuela no tiene daños y no hay cráteres en la zona», explicó Konashenkov. Dijo que los servicios de Inteligencia de Rusia sí detectaron una aeronave no tripulada de EEUU con capacidad armamentística. Washington insistió en apuntar a Rusia y Siria.

Por otra parte, en la ciudad rebelde de Duma, cerca de Damasco, ocho personas, entre ellas un niño, murieron por un bombardeo de las fuerzas gubernamentales, afirmó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

 

Enfermedades respiratorias y asfixia en Mosul

Los civiles en el norte de Irak están sufriendo enfermedades respiratorias y asfixia debido a la política de tierra quemada empleada por el Estado Islámico (ISIS) antes de retirarse por la ofensiva militar. Según informó ayer el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), 19 pozos petroleros fueron incendiados cerca de la ciudad de Al-Qayara, al sur de Mosul, lo que expuso a los civiles y a los efectivos militares a gases tóxicos. La quema de crudo produce una amplia gama de contaminantes, incluyendo hollín y gases, que causan problemas de salud tales como irritación de la piel y dificultad para respirar.

La ONU indicó que la semana pasada las existencias de dióxido de azufre almacenadas en una fábrica en la comarca de Al-Qayara se incendiaron, provocando una gran nube tóxica. Más de mil personas fueron atendidas con síntomas de asfixia en centros de salud de la localidad de Majmur. Además, el pasado domingo, una planta de agua se vio afectada por los combates, conduciendo a una filtración de gas cloro que llevó a 100 personas a necesitar atención médica.

El director ejecutivo del Pnuma, Erik Solheim, alertó de «un desastre prolongado», que está contaminación empuja al desplazamiento de la población.GARA

 

Activistas yazidíes víctimas del ISIS reciben el Premio Sajarov

Las yazidíes Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar, convertidas en esclavas sexuales por el Estado Islámico, recibieron ayer el Premio Sajarov de 2016, con el que el Parlamento Europeo reconoce la defensa de los derechos humanos.

«Su historia es dolorosa, trágica, pero ellas tenían el sentimiento de tener que sobrevivir para dar testimonio», subrayó el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ante los eurodiputados reunidos en Estrasburgo. Alabó «el coraje y la dignidad» de estas dos mujeres, cuyo «combate no fue en vano», al tiempo que urgió a los europeos a «luchar contra la estrategia genocida del ISIS». Ambas viven ahora en Alemania. Según expertos de la ONU, unas 3.200 mujeres y niños de la comunidad yazidí continúan en manos del ISIS, en su mayoría en la vecina Siria.

Nadia Murad, que cuando fue secuestrada tenía 21 años, logró escapar en noviembre de 2014 a un campo de refugiados en Irak y trasladarse posteriormente a Alemania; un año más tarde, contó su experiencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, que la nombró embajadora de buena voluntad para la dignidad de los supervivientes a la trata de personas.

«Cogieron a todos los hombres y les mataron. Seis de mis hermanos fueron asesinados, tres sobrevivieron (...); cumplían un plan escrupulosamente organizado que formaba parte de una ideología de guerra, de su ideología», explicó en aquel momento.

Con 16 años, Lamiya Aji Bashar fue vendida hasta en cinco ocasiones y forzada a fabricar bombas y cinturones de explosivos en Mosul, tras la ejecución de sus hermanos y su padre. Logró escapar gracias a traficantes locales pagados por su familia. Al acercarse a la frontera kurda, pisó una mina antipersona, pero logró huir a Alemania y reunirse con parte de su familia. «Es importante que el mundo no olvide a las mujeres y a los niños encarcelados por el Estado Islámico y que estos crímenes ya no sean perpetrados por nadie», resaltó Bashar.GARA