Joseba VIVANCO
Athletic

Días de mucho, días de poco

El equipo no da con la regularidad necesaria en su juego y aun así es séptimo. Susaeta suma 57 minutos en los últimos cinco partidos.

Este Athletic sigue abonado a la irregularidad. Días de mucho, otros de poco, o nada. Y aún así, a pesar de esa falta de estabilidad en su juego, los de Ernesto Valverde se mantienen encaramados en lo alto de la tabla a la espera de alcanzar un rendimiento más equilibrado que seguro es el que busca su entrenador. Resulta curioso que si de algo presumía este equipo estos últimos años era de saber a qué iba a jugar desde el inicio, fuera en casa o a domicilio. Sin embargo, mientras lejos de San Mamés trata de dominar los partidos pero sin acabar de culminar sus intenciones y termina sucumbiendo al rival, en su feudo pasa demasiado tiempo a merced del contrario para luego tirar de su sabida capacidad para no dar nada por perdido y remontar... hasta este domingo. Vaivenes en un grupo cuya fortaleza reside en esa regularidad necesaria para competir en distintos frentes y alargar las opciones en todos ellos.

A este respecto, al periodista y habitual colaborador de estas páginas Beñat Zarrabeitia le resulta llamativo que «de los diez encuentros disputados, el Athletic ha ganado cinco, ha empatado uno y ha perdido cuatro. Llama poderosamente la atención que un conjunto que ha ganado con solvencia a Sevilla, Valencia o Real y que ha competido de tú a tú contra Barcelona y Real Madrid, se haya dejado puntos ante Sporting, Málaga y Osasuna y en seis de los choques haya comenzado por detrás en el marcador. Y es que los de Valverde tienen una capacidad de reacción encomiable pero no siempre van a poder remontar».

Con este panorama, Zarrabeitia considera que si bien «el calendario ha deparado un inicio de Liga complicado, saldado con una más que jugosa renta de 16 puntos», cree que «en adelante será clave ganar ante los equipos de la zona baja para volver a estar arriba. Habrá que afinar de cara a puerta, encontrar el equilibrio preciso y ganar».

El inesperado y desangelado empate ante Osasuna nos ha dejado varias lecturas. La primera fue incluso con la misma convocatoria y esa ausencia destacada de Iturraspe en la misma, que venía de firmar solventes actuaciones. Otra, con el anuncio del once que saltaba al césped, de nuevo con Susaeta en el banquillo. El de Eibar jugó su último partido como titular ante el Rapid y fue cambiado para el minuto 59; antes, en Liga, salió de inició frente al Sevilla, 3-1, pero cambiado en el 69. Venía siendo titular en banda izquierda, a su nivel, pero de repente, en uno de esos arrebatos de entrenador, Valverde dio el testigo a un Muniain en el ostracismo y desde entonces Susaeta no jugó ante el Málaga, lo hizo 34 minutos contra la Real, 10 frente al Genk, 13 ante el Madrid y ni pisó la hierba este domingo. Otro de esos misterios insondables paralelo a la situación de un Eraso que cuando ha salido lo ha hecho bien.... cuando ha salido.

Y ahora la vuelta de Kepa

A Ernesto Valverde le gusta jugar con sus habituales. Quedó claro ayer ante los navarros cuando en lugar de dar continuidad a un Lekue que se lo había ganado, recuperó a De Marcos, para tener que recurrir al canterano tras el descanso. Y a la contra, cuando Txingurri sienta en el banquillo a uno de sus ‘fijos’ no es para un rato o un partido. Que se lo digan a Iturraspe, Susaeta, Muniain... Quizá uno de los siguientes sea un Williams por el que ha apostado a ganador y de momento no termina de salir del bucle desacertado en el que se ha instalado. Ante Osasuna no dio una a derechas. Y no solo su problema es de gol. Un dato: según las estadísticas de la Liga, el extremo acierta el 62% de sus pases –Susaeta el 70 y Muniain el 82– y suma 19 centros fallados y 3 acertados.

Las buenas nuevas a estas alturas de campeonato llegan de la mano de Raúl García, que como dijera Marcelo Bielsa de Gurpegi, siempre te da un aprobado, cuando no más; los buenos minutos que ha dejado Mikel Rico en sus escasas últimas apariciones; el recorrido ofensivo de Lekue, a riesgo de estirar demasiado la manta; el tono que va cogiendo Laporte; la progresión de un Muniain al que Valverde le pide ser más trascendente... Y por si no fuera suficiente, esta semana vuelve el relevo, se supone, en la meta de Kepa por un Iraizoz que ha cumplido con nota su ciclo de cuatro partidos.