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MARRAKECH

La cumbre de Marrakech reclama «justicia climática»

La conferencia de la ONU sobre el clima comenzó ayer en Marrakech con la misión de poner en práctica el histórico acuerdo sobre el clima de París, que tiene el ambicioso objetivo de frenar el calentamiento global. «Es el momento de hacer avanzar la acción climática», exhortó la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (Unfcc), Patricia Espinosa, al inicio de esta importante cita que culminará el próximo día 18.

La 22 sesión de la conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP22) comenzó en la ciudad marroquí de Marrakech con un llamamiento a la «justicia climática» entre los pueblos y un especial hincapié en el continente africano, muy vulnerable a los efectos del calentamiento global. Para la ministra francesa de Medio Ambiente y presidenta saliente de la anterior cumbre climática de París (COP21), Ségolène Royal, esta cumbre constituye una oportunidad para inventar el mundo de mañana y concretamente para conseguir una «justicia climática».

«Los países más ricos viven como si hubiera habido tres planetas, pero los países pobres lo hacen como si ya no hubiera más», lamentó Royal, quien insistió en que el mayor reto de la cita es el continente africano. «Pido justicia climática para África. El cambio climático en este continente es el más cruel y el más injusto», denunció. De los 50 países más afectados en el mundo por el calentamiento global, 36 son africanos, recordó la ministra.

En la sesión plenaria de apertura, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Unfcc), Patricia Espinosa, exhortó a «hacer avanzar la acción climática» e invitó a los países a acelerar el «ritmo y la extensión» de las medidas.

«Hago un llamamiento a los países que todavía no lo han ratificado a que lo hagan antes de fin de año», manifestó Ségolène Royal antes de pasar el testigo al ministro marroquí de Exteriores, Salahedín Mezuar.

El presidente de la COP22 instó al mundo a «mantener el espíritu» de París y «la movilización sin precedentes» que acompaña el pacto adoptado a finales de 2015.

Sobre cómo repercutirá el resultado de las elecciones en EEUU, Espinosa indicó que espera «tener una relación muy constructiva y positiva» con el próximo presidente. El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ya ha dicho que se opondrá al acuerdo en caso de ser elegido.

Estados Unidos, el segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero, los causantes del aumento de la temperatura, «es uno de nuestros socios más importantes por lo que su participación en el acuerdo es crucial», añadió la responsable medioambiental.

El acuerdo de París fue firmado por 192 países y ha sido ratificado por un centenar, lo que representa el 70% de las emisiones mundiales.

En la COP22 de Marrakech, los negociadores tendrán que ponerse de acuerdo sobre toda una serie de procesos que hagan posible la implementación del acuerdo de París. Se trata, según la negociadora francesa Laurence Tubiana, de «terminar las reglas» del texto.

Cuestiones pendientes

Todavía quedan muchas cuestiones por resolver, como la manera de poder verificar el nivel de gases de efecto invernadero en cada país o el financiamiento de las políticas climáticas de los países del sur.

También estará sobre la mesa cómo «compensar» a los países pobres más afectados por el cambio climático, que sufren sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos. El objetivo actual es llegar a un acuerdo sobre estas cuestiones en 2018.

Los países están invitados a fijar un objetivo nacional de reducción de emisiones generadas principalmente por la combustión de petróleo, gas y carbón.