Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

El PNV tiene diez días para cerrar un pacto de gobierno

Como se había anunciado, la presidenta del Parlamento de Gasteiz convocó ayer para el 23 de noviembre el pleno de investidura del lehendakari, lo que significa que el PNV tiene diez días para cerrar sus conversaciones con el PSE, y llegar a un acuerdo, y con EH Bildu, para rechazar sus ofertas que considera demasiado ambiciosas en el plano social. Antes del 20 el panorama ha de estar aclarado, para que los órganos de PNV y PSE puedan aprobar lo acordado.

«Escuchada la Mesa y la Junta de Portavoces, esta presidenta ha decidido convocar el pleno de investidura para el 23 de noviembre a las 9.30 de la mañana». Bakartxo Tejeria puso así en marcha la cuenta atrás para que el PNV llegue a un pacto con el PSE, sea cual sea la fórmula, u opte por iniciar la legislatura en solitario, como hace cuatro años. La posibilidad de un acuerdo con EH Bildu se ve muy lejana, si no imposible, porque los jeltzales están muy lejos de aceptar las propuestas de la coalición de izquierda soberanista en el ámbito social. Aunque las dos partes mantienen contactos e intercambian papeles, tras la última reunión ya dejaron claro que «ambos partidos han constatado la existencia de importantes diferencias en el ámbito de las políticas sociales».

El calendario en adelante es el que sigue:

Antes del domingo 20 de noviembre, a lo sumo el lunes 21, el PNV tiene que haber tomado una decisión sobre cómo y con quién quiere gobernar, para que los máximos órganos del partido den su visto bueno. Si, como es lo previsible, se alcanza un pacto con el PSE, también la dirección y el Comité Nacional de este partido tiene que aprobar lo acordado.

El miércoles 23 de noviembre se celebrará la primera sesión de investidura. El PNV presentará a Iñigo Urkullu como candidato. Si no hay acuerdo previo con los jeltzales, EH Bildu propondrá a Maddalen Iriarte para presidir la CAV. Elkarrekin Podemos no ha aclarado aún su posición. Su candidata, Pili Zabala, señaló ayer en Radio Euskadi que daría el salto si hubiera un acuerdo de PNV con EH Bildu que dejara a su formación como primer grupo de la oposición. El plazo para presentar candidaturas finaliza 72 horas antes del pleno.

Tanto si el PNV cierra un pacto con el PSE como si decide lanzarse a la piscina en solitario, Iñigo Urkullu no conseguirá el 23 la mayoría absoluta, por lo que la votación deberá repetirse el 24, sesión en la que le valdrá con la mayoría simple.

El 26 de noviembre tendrá lugar la toma de posesión del lehendakari en Gernika. Hace cuatro años Iñigo Urkullu llegó a este acto solemne habiendo dado a conocer la víspera la composición de su Gobierno.

Dificultades

Aunque todas las fuentes dan por hecho que finalmente habrá un acuerdo entre PNV y PSE, ambas partes reconocieron ayer que hay «innegables diferencias», como señaló Josu Erkoreka, miembro de la comisión negociadora jeltzale. Mikel Torres, secretario general del PSE de Bizkaia, afirmó que «estamos todavía trabajando, sabíamos que no iba a ser fácil porque las costuras del PSE y el PNV en cuanto a establecer las políticas prioritarias para Euskadi las tenemos claras, pero, indudablemente, hay temas en los que todavía estamos muy distantes y yo creo que hay voluntad por ambas partes». Sostuvo en Radio Euskadi que «es posible» pactar.

Torres reconoció que las dificultades con el PSE están sobre todo en el ámbito del nuevo estatus y en materia de paz y convivencia.

Entre tanto, el PNV tiene prácticamente descartado el acuerdo con EH Bildu, por el abismo que les separa en cuestiones sociales. Joseba Egibar dijo el pasado sábado que «entre la tierra y pedir la luna, que se nos diga que hay un punto intermedio. No, no hay punto intermedio». Y concluyó que «suspendido en el aire no se queda nadie, te desplomas».