La Fiscalía de Estambul emitió ayer órdenes de detención contra 103 académicos de la Universidad Técnica Yikdiz de la ciudad.

Según informaciones facilitadas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, las órdenes de detención derivan de una investigación contra los académicos por presuntos lazos con el clérigo Fetullah Gulen.

Desde el intento de golpe de Estado en julio, más de 110.000 jueces, profesores, policías y funcionarios han sido suspendidos o cesados, mientras que otros 36.000 han sido arrestados.

El jueves, el ministro de Defensa, Fikri Isik, cifró en 20.000 los miembros de las Fuerzas Armadas cesados desde entonces.

Durante una comparecencia ante el Parlamento, Isik confirmó que otros 2.855 miembros del personal del Ejército están siendo investigados.

«Es un deber nacional combatir a esta organización terrorista, a esta red de traidores. Es un asunto de supervivencia para la República de Turquía», subrayó.

Relator de la ONU

Por otra parte, el relator especial de la ONU David Kaye instó ayer a Turquía a dejar en libertad a los periodistas que aún permanecen detenidos.

En su primera visita oficial a Turquía para evaluar la situación, sostuvo que las detenciones de periodistas no guardan una relación proporcionada con las necesidades del Gobierno de proteger la seguridad pública.

Una delegación del Parlamento austríaco viajó a Turquía para protestar por la «situación insostenible» en el país e intentar reunirse con el líder del Partido Democrático de los Pueblos, Selahattin Demirtas, encarcelado a las afueras de Estambul.