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IRUÑEA

Enériz traslada al juez De Castro la inquietud por los jóvenes de Altsasu

El Ararteko navarro ha dado traslado al Juzgado Central de Menores la petición del Parlamento de Iruñea de que se protejan los derechos de los dos menores que permanecen encausados por la trifulca de Altsasu, que la Audiencia Nacional está tratando como un delito de «terrorismo». Enériz recuerda la preocupación desatada por este caso.

El Defensor del Pueblo de Nafarroa, Francisco Javier Enériz, ha trasladado al Juzgado Central de Menores la petición del Parlamento de Iruñea de proteger los derechos de los dos menores afectados por el procedimiento abierto contra once jóvenes de Altsasu tras la trifulca ocurrida hace varias semanas en un bar de esa localidad de la Sakana.

Enériz indica en una carta dirigida al magistrado José Luis Castro, cuyo contenido difundió ayer la agencia Efe, que actúa «con pleno respeto a la independencia del Poder Judicial» y «en el convencimiento» de que se dará a la petición del Parlamento navarro «el trámite que corresponda». Y añade que en su opinión la «colaboración entre instituciones públicas es precisa para ejercer las funciones» que tienen «legalmente encomendadas para garantizar los derechos constitucionales de los ciudadanos».

Fue el pasado 21 de noviembre cuando la Junta de Portavoces del Parlamento de Iruñea aprobó una declaración sobre Altsasu en la que se recoge el desacuerdo con la calificación de delito de «terrorismo» y el encarcelamiento de siete jóvenes, y se pide al Defensor del Menor medidas adecuadas para que «sean respetados» los derechos de los dos menores afectados en esta causa. Recibida una copia de esta declaración institucional, el Ararteko navarro estimó «oportuno» dar traslado de la misma al Juzgado Central de Menores en Madrid.

Al texto de la declaración acompaña la carta de Enériz al magistrado Castro, en la que el Defensor del Pueblo alude también «compromiso» manifestado por el Parlamento con «la paz y la convivencia», y a la «preocupación» expresada por lo ocurrido, «particularmente por la situación» de los dos menores de Altsasu.

«Medida desproporcionada»

En aquella sesión del 21 de noviembre la Junta de Portavoces expresó también su «desacuerdo» con «las detenciones y medidas cautelares practicadas», como el encarcelamiento de siete jóvenes de Altsasu, al considerar que es «una medida desproporcionada, injustificada e innecesaria para el desarrollo de la instrucción, máxime cuando algunos de ellos se personaron voluntariamente y no concurre riesgo de fuga, por lo que solicita su inmediata puesta en libertad». Y rechazó la «imagen distorsionada que se ha trasladado del municipio de Alsasua, muy lejos de la realidad de una localidad socialmente plural y acostumbrada a una normal convivencia entre diferentes».

La solidaridad con los altsasuarras encausados llega también a la Azoka de Durango

Desde el mismo momento en que se produjo la operación policial contra los jóvenes de Altsasu imputados en esta causa las muestras de solidaridad con ellos se han sucedido en diversos puntos de Euskal Herria, con la manifestación multitudinaria del 27 de noviembre como hito principal pero con muchos ejemplos más. Entre ellos, el que se produjo ayer en Durango, donde entre música y literatura y en medio del gran ambiente que acompaña siempre a la Azoka decenas de personas se concentraron en apoyo a los encausados, repartieron información sobre la situación que padecen y recabaron fondos para hacer frente al proceso judicial que tendrán que afrontar. Entre los solidarios que acudieron a la localidad vizcaina se hallaba un grupo de momotxorroak con sus ropajes siempre llamativos.

No ha sido, con todo, la única iniciativa que este fin de semana se ha llevado a cabo en apoyo a los jóvenes encausados. El sábado autobuses procedentes de Iruñea y Altsasu acudieron hasta Madrid con objetivo de hacerse oír en el exterior de las cárceles de Soto del Real y de Alcalá Meco. Patrullas de la Guardia Civil bloquearon su acceso a la primera de las cárceles y los agentes del instituto militar requisaron las pancartas y banderas que portaban los asistentes, pero no lograron que la muestra de apoyo fuera un hecho. GARA