Raimundo Fitero
DE REOJO

Una capa

Me viene un chiste y no lo puedo reprimir. Estaban realizando un colecta en un pueblo de la ribera para hacerle una capa a un obispo natural de la localidad. En el casino, un jugador de tute dijo: «Yo la pago entera pero con una condición: lo capo yo».  Ramón García, ese vasco de capa española, anda mosqueado porque no la lucirá en las campanadas de TVE.  Dice que hay una mano negra que lo ha apartado. La cuota vasca se mantiene: Anne Igartiburu. Iñigo Urkullu se lo está pensando. Por eso de la globalidad que impide la independencia. Y aprobarán presupuestos del PPSOE. Ya están haciendo las cementeras amigas pedidos de material para seguir causando más daño con la Y del tren fantasma.

La capa, las capas, los capados. Me sale un pareado, es decir un par de carotas, de sinvergüenzas: Toni Cantó y Eduardo Inda. El político de sainete y el periodista de la ausencia de dignidad ética. Un par de gemelos ideológicos: basura con sonrisa que camufla odio. Yo creo que a estos dos les han dado muchas collejas en la escuela. Lo de Cantó es una patología bastante oportunista. Es método Ciudadanos: cuando no hay argumentos, se dice algo que contenga estas tres letras juntas: eta, y se crea automáticamente una capa de españolidad protectora. Lo de Inda es peor. En La Sexta, además de retenerle su sueldo por orden judicial, se deberían plantear retirarlo de sus programas, porque denigra todo cuanto toca. Este ahora, además de lo de Cantó, añade algo contra Podemos, así, en abstracto y se ahueca. Le han embargado el sueldo por no pagar la manutención a sus hijos, que no es broma. Eso es el machismo real, el orgánico, del que no se puede jactar ante las cámaras como hizo la otra noche. Cada vez que se identifica como periodista meto un euro en la hucha para hacerle una capa.