La Real volvió a pecar de lo mismo. Cada vez que se habla de Europa, de ocupar posiciones de Champions, el equipo deja escapar la oportunidad. Y el lunes le volvió a pasar, esta vez en Riazor, donde también resurgieron viejos temores de aquel sambetino que colgaban los blanquiazules de que la Real es un equipo que «resucita a los muertos».

Fue Claudio Bravo uno de los que tildó de esta guisa al club donostiarra cuando aún era guardameta txuriurdin. Y no andaba mal encaminado el chileno. Basta con remontarnos a la temporada 2010/11, la siguiente a la del ascenso, para confirmar tal afirmación, y además con Riazor como testigo.

La Real peleaba por alcanzar puestos europeos, pero en la jornada 25 se topó con un Espanyol que llegaba a su enfrentamiento de Cornellà con cuatro derrotas consecutivas. Los entrenados entonces por Mauricio Pochettino lograron sacar los colores a los guipuzcoanos al obtener un contundente 4-1.

Dos jornadas después la Real visitaba Riazor en un encuentro que marcó un antes y un después. Los gallegos llegaban en una situación complicada, muy parecida a la del pasado lunes, pero en ese caso a tres puntos del descenso. Los blanquiazules cayeron por 2-1, resultado que los apartó definitivamente de la zona europea, mientras que la victoria alejó del peligro al Deportivo, aunque finalmente caería a Segunda División.

Pero hay más. Una semana después llegaba a Anoeta el colista Málaga. Con su triunfo por 0-2 salió de la zona de descenso, dejando a la Real, además, tocada y en una situación complicada en la recta final de Liga.

Dos jornadas después era el Hércules el que visitaba Donostia cuando en ese momento cerraba la clasificación. También se llevó los tres puntos (1-3), aunque finalmente los alicantino descendieron a Segunda.

Entre Hércules y Málaga, los realistas visitaron a un Racing que llevaba dos derrotas consecutivas, y los hombres de Martín Lasarte cayeron por 2-1. Los santanderinos se salvaron.

Con estas experiencias en mano, después de la derrota del lunes Eusebio acertó a señalar que «es una demostración de que tenemos que seguir trabajando día a día. Esperemos que nos sirva de lección». Que así sea.

Y el sábado llega el Valencia, otro necesitado

Una derrota del Valencia en Anoeta podría dejarle un mes en puestos de descenso, ya que el equipo ché no volverá a jugar hasta su visita a Osasuna, ya el 9 de enero, debido a que el Real Madrid debe disputar el Mundial de Clubes. El Valencia está empatado con el Sporting, que marca el descenso. Desde el ascenso a Primera, la Real ha ganado a los valencianistas en Anoeta cuatro veces, ha perdido una y ha empatado otra. Los chés también son un punto de inflexión para los donostiarras, aunque más en Mestalla, como en la 2013/14, cuando llegaron con 4 puntos de 21 –entre Champions y Liga– y le arrebataron el triunfo (1-2) para coger una buena racha de resultados.I.C.