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ALEPO

Al Assad juega con una tregua y acaricia la victoria en Alepo

Con más de un 80% del Alepo rebelde en manos de sus fuerzas y de sus aliados, el presidente sirio, Bashar al Assad, rechaza un alto el fuego que vaya más allá de cuestiones tácticas y promete seguir una guerra que prevé larga hasta el final. A última hora, Rusia anunció una tregua humanitaria en medio de crecientes denuncias sobre la catástrofe humana en los pocos barrios del sur que ayer seguían bajo control de los grupos rebeldes.

Las fuerzas regulares del régimen sirio y sus aliados extranjeros avanzaban ayer sobre los últimos reductos rebeldes del este de Alepo, cuyo control representaría «un giro total en la guerra» en palabras del presidente, Bashar al Assad.

Fortalecido por el imparable éxito de su ofensiva, y con los cruciales apoyos de Rusia e Irán, sin olvidar la pericia guerrillera y militar del Hizbullah libanés, Damasco rechaza los últimos llamamientos a un alto el fuego y busca, cueste lo que cueste, conquistar la totalidad de la segunda ciudad del país y otrora pulmón económico de Siria, un desenlace que supondría su mayor victoria desde que la revuelta siria devino en guerra civil a finales de 2011.

Rusia y EEUU, que apoyan respectivamente a Al Assad (con bombardeos) y a algunos rebeldes (con apoyo logístico y armamento), no lograron ayer ponerse de acuerdo sobre una solución al drama de Alepo, donde los civiles del este, sitiados desde hace cuatro meses, sufren los bombardeos constantes de las fuerzas leales a Al Assad, mientras que los rebeldes replican lanzando obuses artesanales pero no poco mortíferos e indiscriminados contra los civiles del oeste en manos de las fuerzas progubernamentales.

Tras el avance fulgurante de las tropas leales a Damasco desde el inicio el 15 de noviembre de la última fase de su ofensiva –que comenzó hace un año–, la miríada de grupos rebeldes estaban ayer confinados en los últimos sectores del sur de la parte oriental de Alepo junto con decenas de miles de civiles atrapados.

Barriles explosivos

El corresponsal de AFP fue testigo en el barrio rebelde de Kallasse de la huida de la gente, aterrorizada, tras impactar en la calle un barril explosivo, artefactos utilizados habitualmente por el Ejército sirio, según denuncian fuentes rebeldes y organizaciones humanitarias.

La televisión pública estatal difundió imágenes en directo de la periferia del barrio rebelde de Bustane al-Qasr, donde se escuchaban fuertes deflagraciones mientras espesas columnas de humo negro se elevaban desde distintos puntos. Los bombardeos contra los feudos rebeldes eran tan violentos que las ventanas de un hotel de la parte occidental temblaban, según confirmó un periodista de AFP.

Tras haber retomado el control de la ciudad vieja de Alepo, el Ejército sirio, apoyado por combatientes iraníes y por milicianos de Hizbullah, avanzaba bajo cobertura aérea y controlaba ya más del 80% de los barrios rebeldes de la ciudad, según confirmó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los rebeldes replicaban lanzando decenas de obuses y cohetes artesanales contra los barrios progubernamentales del oeste de la ciudad norteña.

«Es verdad que Alepo será una victoria para nosotros. Será un paso enorme hacia el final (del conflicto) y un giro total en la guerra», señaló el presidente sirio en una entrevista con el diario sirio “Al-Watan”, en la que descartó tajante una tregua.

Al-Assad reconoció que la toma de Alepo no supondrá el fin del conflicto en el país, que dura más de cinco años. «Para ser realistas, no significa el fin de la guerra en Siria, pero es un paso grande hacia el final», añadió el presidente sirio, quien añadió que nunca pensó en dejar ninguna zona sin «liberar».

Al Assad auguró que la contienda «no acabará hasta la eliminación total del terrorismo: los terroristas están localizados en otras áreas, incluso si terminamos en Alepo, continuaremos la guerra contra ellos».

El líder sirio descartó una nueva tregua en la urbe, porque «beneficiaría a los terroristas», ya que les daría un respiro y les permitiría reagruparse.

Desde Alepo, el coordinador de las facciones rebeldes, Abdelmoneim Zeinedin, descartó un hipotético repliegue de los insurgentes. «Esta es su ciudad (de los rebeldes) y quieren que salgan de ella las fuerzas ocupantes de Hizbullah y las milicias de Qasem Suleimani (líder de la Guardia Revolucionaria iraní)», zanjó rotundo.

Críticas a Rusia

Zeinedin arremetió contra Rusia, que, aseguró, no quiere una salida negociada al conflicto en Alepo. «Rusia está golpeando con fuerza junto a Irán a los civiles y revolucionarios de Alepo, está presionando para una rendición, no quiere una solución política, sino militar», denunció, para criticar los «contactos, conversaciones, consultas» entre Moscú y Washington, que no han tenido un impacto en la situación sobre el terreno.

Zeinedin apuntó que los rusos emplean la excusa de las conversaciones para ganar tiempo, con el fin de continuar los bombardeos y el avance sobre el terreno. El cabecilla opositor lamentó el papel desempeñado por la comunidad internacional, especialmente por EEUU y la UE, que, en su opinión, han tenido un rol «débil» y no han sido capaces de presionar a Rusia.

Los jefes de la diplomacia estadounidense, John Kerry, y rusa, Sergei Lavrov, no lograron ayer consenso alguno pero este último anunció un «acuerdo» para reanudar las consultas mañana sábado en Ginebra.

Ambos faltaron en la tradicional foto de familia de la reunión de la OSCE, lo que se interpretó como una muestra del alcance de las diferencias bilaterales en torno a Siria.

Se da además la circunstancia de que, pese a la insistencia de todos los participantes en sus discursos, retransmitidos en directo, en resaltar la importancia de la OSCE como instrumento multilateral para la solución de conflictos, la negociación en torno a Siria se llevó a cabo de forma exclusivamente bilateral.

Kerry participará en la conferencia internacional que se celebrará el sábado en París para abordar la situación en la ciudad siria de Alepo.

El Estado francés ha convocado a los ministros de Exteriores de los países críticos con Damasco ante la ofensiva militar en Alepo.

El Gobierno turco acusó a las fuerzas leales a Damasco de estar cometiendo crímenes de guerra y contra la humanidad. Ibrahim Kalin, portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que Ankara mantiene «intensas» conversaciones con Moscú de cara a lograr un alto el fuego y a permitir la entrega de ayuda humanitaria.

150.000 civiles atrapados

Unas 150.000 personas permanecen en los cada vez más pequeños reductos rebeldes en Alepo, según aseguró desde Ginebra Brita Haji Hasan, quien desde marzo de 2013 ha ejercido las funciones de alcalde de esta sección de la ciudad.

Hasan cifró en 800 los muertos y de 3.000 a 3.500 los heridos en tres semanas de ofensiva del régimen (el OSDH habla de 384 civiles muertos) y añadió que «la situación es tan catastrófica en Alepo que los muertos ni siquiera pueden ser enterrados y no se puede rescatar los cuerpos que están bajo los escombros».

En la misma comparecencia, el presidente de la sección suiza de la Unión de Organizaciones de Socorro y Atención Médica, Tawfik Chamaa, dijo que en Alepo hay apenas 28 médicos – con respecto a aproximadamente 1.000 hace tres años– que no tienen medios para atender a los enfermos o heridos, ni siquiera hospitales en pie.

Sostuvo que en estos momentos más de 500 heridos necesitan ser evacuados de manera urgente. La ONU cifró igualmente en medio millar la cifra de menores enfermos o heridos que necesitarían ser evacuados de urgencia. Cerca de 150 civiles, la mayoría de ellos discapacitados, pero también heridos, fueron rescatados por la Cruz Roja de un centro en la Ciudad Vieja.

El ISIS contraataca en Palmira

El Ejército sirio anunció haber repelido una ofensiva del ISIS cerca de Palmira y en campos petrolíferos aledaños. El OSDH cifró en 34 los efectivos gubernamentales muertos en el ataque relámpago del ISIS, que habría vuelto a las inmediaciones de Palmira. El ISIS fue desalojado de Palmira a principios de año, tras 10 meses, por el Ejército sirio y los bombardeos rusos.

 

Lavrov desmiente de plano «el mito de la amenaza rusa»

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, denunció el «mito de una amenaza rusa», exigió «respeto» para su país y un trato igualitario, además del fin de los «dobles estándares» y de la «coerción», para poder restablecer la «confianza» y avanzar en la estabilización y la seguridad del continente europeo.

Lavrov hizo estas declaraciones en su intervención en el consejo anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), un encuentro que se celebra hasta hoy en Hamburgo (noroeste de Alemania).

«Solo un diálogo de igual a igual permitirá crear la atmósfera necesaria para un análisis objetivo de los potenciales militares (rusos y occidentales) en Europa», señaló, para instar a que «veamos un mapa de Europa y veremos quién está dónde. Estamos convencidos de que ese análisis desmontará de forma convincente el mito de la amenaza rusa y demostrará de dónde proviene la verdadera amenaza», zanjó, en referencia a la ampliación de la OTAN hacia el este.

Lavrov añadió que las intervenciones occidentales en Oriente Medio han desestabilizado la región al punto de amenazar la seguridad europea. «Un debate honesto debe analizar que la crisis migratoria es resultado de la injerencia grosera en los asuntos internos de Oriente Medio y norte de África, conduciendo al caos y al terrorismo», concluyó.GARA

 

Un centenar de muertos en un bombardeo aéreo iraquí contra un feudo del ISIS

El presidente del Parlamento de Irak, Salim al Jabouri, exigió la apertura de una investigación oficial para esclarecer los ataques aéreos llevados a cabo el pasado miércoles sobre la localidad de Qaim, donde perdieron la vida un centenar de personas, en su mayoría civiles.

Fuentes médicas y políticas informaron de que se lanzaron un total de tres ataques sobre Qaim, una ciudad situada cerca de la frontera con Siria y controlada por el ISIS.

Jaburi, principal representante político suní en Irak, exigió castigar a los responsables e instó a tomar medidas para que «los civiles no sean atacados de nuevo».

El miembro del consejo provincial, Mohamed al Duleimi, confirmó que «aviones de guerra lanzaron tres ataques contra distintos lugares de un mercado de la localidad de Al Qaim, situada en el oeste de la provincia de Al Anbar», de la que es diputado. El Parlamento provincial de Al Anbar celebrará hoy una reunión especial.

Un portavoz de la coalición que encabeza EEUU ha negado cualquier responsabilidad, mientras que la agencia Amaq, vinculada al ISIS, culpó a la Fuerza Aérea iraquí de los bombardeos.

El Ejército iraquí confirmó el bombardeo pero negó que su aviación atacara objetivos civilesy aseguró que los bombardeos se dirigían contra el ISIS. En la nota, la Comandancia precisó que sus aviones bombardearon al mediodía de ayer un edificio de dos plantas en la zona de Al Karabela, en el que se encontraban 25 «terroristas suicidas» de diferentes nacionalidades, entre ellos un dirigente que identificó como Abu Maisara al Caucasi, según el comunicado. Las aeronaves lanzaron un segundo ataque contra otra vivienda de dos plantas en la que se encontraban entre 30 y 40 miembros del ISIS, también extranjeros. El Ejército insistió en que seguirá luchando contra el ISIS e instó a los medios a ser precisos y evitar difundir «las mentiras del ISIS». GARA