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El Parlamento destituye a la presidenta surcoreana por un escándalo

El Parlamento de Corea del Sur destituyó ayer a la presidenta del país, Park Geun-Hye, envuelta en un escándalo de corrupción que paralizó durante meses a su Gobierno y provocó masivas manifestaciones.

La destitución, aprobada por 234 votos a favor y sólo 56 en contra, transfiere inmediatamente los poderes de Park al primer ministro, a la espera del dictamen del Tribunal Constitucional, que debe ratificar o invalidar la decisión parlamentaria. Ese dictamen puede tardar seis meses, durante los cuales Park puede permanecer en la residencia presidencial, la Casa Azul, lo que podría alargar la parálisis política.

Park, de 64 años, pidió ayer perdón ante los surcoreanos en un discurso televisado: «Quiero disculparme ante todos los surcoreanos por este caos nacional que he creado por mi negligencia, en momentos en que nuestro país afronta tantas dificultades, desde la economía a la defensa nacional».

Abatimiento

Park pasa a la historia como la primera presidenta surcoreana elegida democráticamente en no terminar su mandato de cinco años. «Tanto si están a favor como en contra, todos los diputados, así como el pueblo surcoreano, deben sentirse abatidos» declaró el presidente de la asamblea parlamentaria, Chung Se-Kyun.

La votación de los diputados se celebró mientras centenares de personas en las afueras del Parlamento gritaban «destituyan a Park». Todo un escarnio para la política hija del dictador Park Chung-Hee, que hizo campaña diciendo ser una candidata incorruptible que no se debía a nadie y estaba «casada con la nación».