Iñaki TELLERIA
Europa League

El Apoel debiera ser un caramelo

El rival del Athletic se clasificó primero de su grupo por delante del Olympiacos griego, el Young Boys suizo y el Astana kazajo.

El sorteo que la UEFA celebró ayer en Nyom (Suiza) emparejó al Athletic con el Apoel de Nicosia, de Chipre, en el sorteo de los dieciseisavos de final de la Europa League que se van a jugar los días 16 de febrero, la ida, y 23, una semana después, la vuelta. El primer partido será en San Mamés, a las 21:05, y el segundo en el GSP Stadium, con capacidad para 23.000 aficionados.

Teóricamente es un rival asequible para el equipo rojiblanco, aunque quedan dos meses para la eliminatoria y habrá que ver el estado de forma por entonces de los dos conjuntos. Si los partidos se jugaran ahora, tras las últimas experiencias fuera del Athletic contra Las Palmas, Rapid de Viena y Betis, y teniendo en cuenta el buen momento de forma actual del conjunto chipriota, las apuestas andarían muy igualadas. Sin embargo, el Athletic tiene margen de mejora y su plantilla es mucho más potente, por lo que no debería de tener demasiados problemas para pasar a octavos de final.

El equipo que entrena el hispano danés Thomas Christiansen –que jugó una temporada, la 93/94, con Osasuna, año en que los rojillos bajaron a Segunda– se ha clasificado primero del grupo B por delante, por este orden, de Olympiacos, a quien ganó en los dos partidos, Young Boys y Astana. Anteriormente, en las previas de Champions, venció en casa y eliminó al TNS galés y al Rosenborg noruego con sendos 3-0, aunque cedió una igualada en el GSP frente al Copenhague (1-1) que le supuso quedarse fuera de Liga de Campeones, torneo en el que llegó hasta cuartos en la 2011-2012.

Lazos con Euskal Herria

En la Liga de Chipre, concluida ya la primera vuelta, el Apoel tiene 31 puntos y es tercero a dos de los líderes AEK Larnaca y AEL Limassol. En el equipo, que junto con el Omonia –su gran rival– es uno de los dos grandes de la capital Nicosia, milita el navarro Iñaki Astiz, “Kaski”, uno de sus centrales titulares. El defensa iruindarra, de 33 años y que salió de Osasuna Promesas, jugó un par de temporadas en Polonia hasta que se asentó en Chipre. También está el centrocampista catalán Andrea Orlandi, de 32 años, que jugó un año en el filial del Alavés.

Otro de los integrantes de su plantilla es el portero belga Urko Pardo, de padre vasco y madre gallega, que comenzó jugando en las categorías inferiores del Anderlecht y saltó luego a la cantera del Barcelona donde coincidió, sobre todo, con el meta Valdés, con quien mantuvo una estrecha relación. Posteriormente recaló en el Olympiacos, donde estuvo precisamente a las órdenes de Ernesto Valverde, por lo que conoce bien al entrenador del Athletic.

Además, el segundo de Christiansen en el banquillo es Julio Bañuelos, quien fuera exjugador del Mirandés, entrenador de las categorías inferiores del Alavés y por unas jornadas incluso del propio primer equipo albiazul, aunque fue en la convulsa temporada 2006/07 en la que con Dimitry Piterman como presidente fueron cinco los técnicos en esa misma campaña.

Urrutia y Berasategi

Las reacciones al sorteo europeo llegaron desde las más altas instancias del club, su presidente, Josu Urrutia, y su director general, Jon Berasategi, y en ambos casos se mostraron confiados en el pase a octavos, pero dentro de la prudencia. «Somos optimistas, en principio, respetando al máximo al Apoel y sabiendo que ese optimismo hay que demostrarlo en el campo», dijo Urrutia, quien añadió que «excepto ocho equipos, en Europa todos estamos obligados a demostrar en el campo» la superioridad sobre el rival. Añadió que le preocupa dar «una buena imagen y que estemos cerca del rendimiento que podemos dar».

Por su parte, Berasategi recordó que el Apoel lleva «muchos años seguidos jugando en Europa», pero que «de aquí hasta febrero queda tiempo y el equipo está cada vez más fuerte. No estamos preocupados por los resultados fuera», señaló en relación al partido de vuelta en Chipre y tras los malos resultados lejos de San Mamés.