Joseba VIVANCO
Athletic

Ver la botella medio llena

Ganar al Celta minimizará las dudas de un equipo que solo dos veces en la última década había sumado más puntos hasta esta jornada

«Los entrenadores son como el pescado: pasado un tiempo, empiezan a oler», sostenía el técnico italiano Giovani Trapattoni. Ernesto Valverde participó en mayo en el Congreso de Psicología Aplicada al Fútbol, organizado en la capital bibaina. Aunque a puerta cerrada para la prensa, trascendieron extractos de la sincera exposición que hizo el de Viandar de la Vera, en el transcurso de la cual reconoció que «para mí será el cuarto año con ellos, el cuarto año con jugadores que ya han jugado un montón de partidos conmigo y han escuchado, no los mismos mensajes, pero sí muy parecidos; teniendo, además, un estilo de juego que lo vamos mejorando pero que ya lo conocen. Todo con unas consignas que, vamos a ser sinceros, muchas veces los entrenadores nos repetimos, caemos muchas veces en eso. Ahora tengo que pensar realmente en todo este tiempo que tengo (vacaciones) en modificar cosas, porque si sigues mandando los mismos mensajes vas a dejar de sorprender a los jugadores, y se tienen que estar sorprendiendo siempre. Tienes que intentar que lo hagan».

El entrenador no se detuvo ahí. Ante una audiencia se supone ávida y receptiva, prosiguió en su abierta reflexión: «Es más, ellos también tienen que ver una evolución dentro de lo que haces porque, al final, los jugadores también te están examinando, tú les evalúas a ellos y ellos a ti», haciendo referencia a la necesidad obvia de luchar contra el acomodamiento en ese estilo al que se refería. «Los contrarios tienen mucho conocimiento de lo que hacemos, ya saben si vamos a presionar en tres cuartos depende de quién sea, si vamos a adelantar la defensa en un momento determinado... Soy consciente de que el resto de equipos lo saben. Ante eso, yo ahora mismo me planteo el reto este de, ‘joder, cuarto año con el mismo equipo’. A mí me ilusiona, pero le tengo que dar vueltas. No es sencillo».

Si el entrenador tiene que «darle unas vueltas», una forma sencilla de sintetizar lo que sin duda es un trabajo mucho más profundo, el futbolista necesita retos, y no solo en forma de clasificaciones europeas, finales o grandes tardes de fútbol, sino de aprendizaje diario, de progresión individual, de evolución, de mejora como jugador. Aritz Aduriz es el mejor ejemplo de lo que es querer mejorar cada día.

Desde luego que no es sencillo. Es uno de los muchos intangibles del fútbol, lo que se cuece entre bambalinas, lo que se esconde detrás de los partidos y los resultados. Lo que disimulan los entrenamientos, el vestuario, la dinámica de este deporte. Tras un inolvidable primer año de Marcelo Bielsa y ya tres muy notables con Valverde –resaca de por medio en el segundo año del rosarino–, las dudas en el juego, que no tanto en la clasificación, precipitan el debate. El inhabitual elevado tono de Valverde hace unos días hacia la prensa y el ‘recadito’ igualmente inusual a la plantilla cuando se refirió no a las excesivas protestas sino sobre todo a la sustitución de «tres internacionales» ante el Betis, no hace sino alimentar una cierta marejada o cuando menos aviso a navegantes. Txingurri parece dejar claro que nadie es intocable, ni lo era Iturraspe, ni lo es Susaeta, ni le tiembla el pulso en sentar a Etxeita para dar la alternativa a un debutante, lo mismo que sentar a Muniain en su día, o pasado mañana dejar en el banquillo a Laporte o San José.

Dudosas rachas individuales, un tercio de temporada lastrado por sucesivas lesiones en algún caso duradera y sustancial como la de De Marcos, una inexplicable puesta en escena lejos de casa –no enlazaba cinco salidas ligueras sin ganar desde 2014– de un equipo que afrontaba igual los partidos a domicilio, una apuesta evidente por una mayor alternancia entre un juego más o menos directo, nada escapa al análisis. Ni siquiera el ‘olor a pescado’. Y aún y todo, más allá de la imperiosa necesidad de hablar de algo, de escribir de algo o de cambiar algo, más allá de este fútbol de las prisas, la inmediatez y el presente, nuestro compañero Beñat Zarrabeitia lo recordaba esta semana, en las diez últimas temporadas, únicamente en dos ocasiones el Athletic ha mejorado el arranque actual de 22 puntos: la 2009-09 y la 2013-14.

Valverde puede pecar de cosas, una de cauto. Cada pretemporada, en su primera rueda de prensa, recuerda aquello de lo difícil que es repetir lo del curso anterior. Pero ya que cada campaña el equipo ha mantenido el tipo, su aviso ha perdido efectividad. Como Pedro y el lobo, a lo mejor es la actual en la que se cumple su advertencia, a lo mejor no. Una victoria ante el Celta y pasar de ronda en Copa sería un balsámico regalo navideño, con una ilusionante eliminatoria europea en el horizonte y todo por decidir en tres frentes.

El parón liguero vendrá bien para «darle unas vueltas» tanto él como sus propios jugadores. Mientras tanto, como diría el sabio de Dante Panzieri, por cuyos consejos no pasa el tiempo, «el fútbol se inventó para liberar al hombre de sus padecimientos de lunes a sábados, no para agregarle uno más». Veamos la botella medio llena, que tiempo habrá de beberla.

 

Èmile Bravo visita el Club de Lectura

De entre las propuestas enviadas a Andoni Imaz en el Athletic Club de Lectura, el exjugador y actual delegado del primer equipo eligió el cómic “Spirou, diario de un ingenuo”, del autor francés e indiscutible figura del cómic europeo Èmile Bravo. Los dos estarán junto al editor de Astiberri Fernando Tarancón el día 20 a las 19.00 horas en la Biblioteca Foral de Bizkaia para hablar de éste y otros cómics del reconocido autor. El encuentro será en castellano. Para apuntarse hace falta enviar previamente un correo a fundazioa@athletic-club.eus indicando que se quiere participar en el Athletic Club de Lectura de Andoni Imaz.

Por otro lado, este viernes, aunque en esta ocasión a puerta cerrada, la jugadora Andere Leguina comentará el libro ‘‘Bajo el mismo cielo’’ junto a su autora Núria Martí Constans, ante una treintena de personas con discapacidad intelectual de los grupos de Lectura Fácil de la Fundación Lantegi Batuak.J.V.