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VARSOVIA

Protestas en la calle en Varsovia y diálogo de sordos en el Parlamento

Mientras miles de polacos se manifiestan ante el Parlamento contra las restricciones a la prensa, el presidente del país, Andrzej Duda, se reúne con los diferentes partidos para intentar rebajar la tensión. La crisis política en Polonia se agravó el fin de semana. Desde el viernes, la oposición ocupa el Parlamento y se manifiesta contra los planes del Gobierno de restringir, a partir del 1 de enero, el acceso de los medios de comunicación al hemiciclo.

La oposición polaca ha decidido mantener su protesta en el Parlamento tras el fracaso de las negociaciones sobre una propuesta del partido del Gobierno, Libertad y Justicia (PiS, conservador), que restringe el acceso de los medios a la cámara.

Ni el presidente del país, Andrzej Duda, ni el líder de Libertad y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, han sido capaces de alcanzar un acuerdo para poner fin a una de las mayores crisis políticas en años mientras las protestas, lideradas en su mayor parte por la opositora Plataforma Cívica, se mantienen en varios puntos del país.

Aunque PiS ha indicado que en modo alguno está aumentando sus restricciones a los medios, sus propuestas parecen seguir la tendencia exhibida por el partido del Gobierno desde que llegara al poder hace un año y por la que, según la oposición e incluso otros Estados miembros de la UE, las autoridades polacas parecen estar coartando la labor de los medios y de parte de la Judicatura.

Tras la reunión, el presidente del Senado, Stanislaw Karczewski, reconoció el fracaso de las negociaciones antes de afirmar que «aquí nadie quiere limitar el acceso de los periodistas». «El partido PiS y el presidente de la Cámara Baja, Marek Kuchcinski, quieren mejorar las condiciones laborales de los periodistas. Todos sabemos que sus condiciones de trabajo no son las mejores y requieren cambios», declaró Karczewski, que informó de que ambas partes volverán a reunirse hoy mismo.

Entretanto, un grupo de manifestantes seguía concentrado en la mañana de ayer ante el Parlamento tras pasar la noche a la intemperie. Se anunciaba una nueva concentración para la tarde, en defensa del Tribunal Constitucional, así como la celebración de una contraprotesta en apoyo al Gobierno de la primera ministra, Beata Szydlo.

Y si bien Szydlo se mostraba el sábado absolutamente impertérrita ante las exigencias de los manifestantes –que tachó de «pataleta» por haber perdido los comicios–, ayer se mostraba más conciliadora a través de su portavoz, Pawel Szefernaker. «Podría ser que nuestros políticos», declaró el secretario de Estado para la Cancillería a la emisora ZET, «han comunicado incorrectamente tanto a los periodistas como a la sociedad los cambios propuestos, y que la oposición podría haberlo usado como pretexto».

Boicot opositor a la votación de los presupuestos polacos

El presidente Duda se ofreció para mediar en la pugna entre el Ejecutivo y la oposición después de que los diputados opositores boicotearan la votación de los presupuestos generales en protesta por la deriva autoritaria del Gobierno. Duda, conservador, llamó a la calma «para que el trabajo parlamentario pueda llevarse de forma civilizada y con seriedad». «Vi el episodio de ayer –por el sábado– en el Congreso con preocupación y ansiedad», confesó el mandatario.

Los disturbios comenzaron cuando el diputado Michal Szczerba –número dos de la opositora Plataforma Cívica (PO, democristiana)– se puso de pie con una pancarta en la que ponía «prensa libre», por lo que el presidente de la Cámara Baja, Marek Kuchcinski, le excluyó del debate. Finalmente la votación continuó en una sala secundaria en torno a las 21.30, sin la participación de la oposición, que ha cuestionado que durante esa sesión alternativa se alcanzara el quórum necesario para votar. El Presupuesto tendrá que pasar ahora al Senado (Cámara Alta) para su votación. GARA