El año futbolístico no podía acabar mejor para los intereses rojiblancos tras la agónica victoria ante el Celta y el esperado pase a octavos de Copa. Bien posicionado en Liga, ‘vivitos’ y coleando en el torneo del KO y un rival asequible en Europa League, el merecido turrón se les empezó a indigestar en apenas unas horas del pasado viernes. Primero, su bestia negra copera en el sorteo matutino, después a media tarde la conmovedora noticia del cáncer testicular de Yeray y por si no fuera poco, el horario del partido de ida ante el Barcelona, a apenas 60 horas del derbi liguero ante el Alavés.

Seguro que desde entonces Ernesto Valverde viene rumiando cómo encarar una cuesta de enero que se ha empinado aún más. Tanto que, visto el calendario, cualquier descuido en Liga por mor de darlo todo en la Copa podría acarrear consecuencias en lo que Txingurri siempre insiste es lo más importante, el campeonato doméstico.

Recapitulemos. 4 de enero, a las 21.15, Athletic-Barça, con todo lo que ello conlleva de carga emotiva y exigencia deportiva; apenas dos días y medio después, derbi a mediodía ante un Alavés al que es difícil hincarle el diente en defensa y donde los leones tendrán que exprimir su faceta ofensiva. Los rojiblancos llegarán a estos dos envites con la sensible baja de Yeray y puede que con la de Beñat, que tiene para tres semanas, y veremos si le alcanza para estar disponible ante los babazorros o no, porque Txingurri ya dejó claro que con el de Igorre no quiere precipitarse y más ahora que no es su primer contratiempo muscular esta campaña. Veremos cómo gestiona Ernesto Valverde su plantilla ante dos duelos tan seguidos y de la máxima exigencia física pero también mental.

A priori, es una jornada liguera que podría resultar propicia para el Athletic, ya que coincide con el Real Sociedad-Sevilla y el Villarreal-Barcelona, además del Eibar-Atlético, lo que supondría más que tres puntos de ganar al Alavés. De ahí que el cruce con el Barça sea importante, pero mucho más lo es ese derbi.

El Athletic se verá las caras de nuevo ante los culés en el Camp Nou el miércoles 11, a las 21.05, y luego el sábado 14, otra vez con poco más de dos días de plazo para recuperarse y visitar a un Leganés que solo lleva un triunfo en Butarque y destino donde el Athletic podría seguir sumando antes de despedir la primera vuelta ante el Atlético. Así las cosas, habida cuenta de las bajas que arrastrará –no olvidemos la de más larga duración de De Marcos–, y que gente como Aduriz necesita ser dosificada para lo mucho y duro que viene, veremos qué gestión hace el entrenador y qué prioriza ante partidos tan seguidos en el tiempo. Porque dejarse puntos en la Liga por una sobreinversión de esfuerzo en la Copa donde el Athletic no es favorito, puede estancar las aspiraciones bilbainas de plantarse en marzo –en febrero se mide al APOEL y en Liga a Sporting, Barça, Depor, Valencia y Granada– con un buen acopio de puntos en su zurrón.