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MINDANAO

El asalto a una cárcel en Mindanao permite huir a decenas de yihadistas

El asalto a una prisión en Mindanao, la mayor evasión de la historia penitenciaria filipina, ha sido atribuido por Manila a una escisión islamista del Frente Moro. El BIFF (Luchadores por la Liberación Islámica de Bangsamoro) juró recientemente obediencia al califato del ISIS.

Un centenar de hombres armados con rifles de asalto entraron en la madrugada de ayer en la prisión provincial de Cotabato Norte (al sur de la isla de Mindanao), posibilitando que escaparan más de 150 prisioneros.

Entre los fugados se encuentran importantes miembros de los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro (BIFF por sus siglas en inglés), escisión islamista en 2008 del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), que luchó con las armas por la independencia de Mindanao hasta que, tras años de negociaciones, firmó un acuerdo de paz a cambio de un estatus de autonomía en 2014.

La dirección de la cárcel, que informó de la muerte de al menos uno de carceleros. calificó el suceso de «un rescate planeado de determinados reclusos» y señaló al BIFF como principal sospechoso al asegurar que los atacantes abrieron primero las celdas de los miembros de esta organización yihadista.

No obstante, un portavoz del BIFF, Abu Misry Mama, negó su implicación en una emisora de radio en la ciudad de Cotabato.

La sombra yihadista

La sombra yihadista planea sobre el asalto a la prisión de Kidpawan, a 50 kilómetros al oeste de Davao, principal ciudad de la isla meridional de Mindanao y donde el presidente filipino, Rodrigo Duterte, labró su carrera política como expeditivo alcalde contra la delincuencia.

La evasión de la cárcel, «la mayor de nuestra historia», según reconoció el portavoz de la Administración penitenciaria del país, supone un duro golpe para un presidente que ha hecho de la mano dura su razón de ser.

El archipiélago meridional de Mindanao, donde viven unos 22 millones de habitantes de los que aproximadamente el 20% son musulmanes, vive desde hace cuatro décadas un conflicto separatista islamista que afecta especialmente a sus regiones occidentales. El conflicto ha causado entre 100.000 y 150.000 víctimas mortales.

Aunque el Gobierno de Filipinas firmó la paz en marzo de 2014 con el MILF, otras formaciones guerrilleras como el BIFF, Abu Sayyaf y el Grupo Matute continúan cometiendo secuestros, ataques y atentados.

El grupo Matute, que juró obediencia al Estado Islámico (ISIS), protagonizó hace seis meses un anterior asalto a una cárcel de la ciudad de Marawi, liberando a ocho de sus militantes. El BIFF hizo lo propio pero analistas aseguran que lo hizo por conveniencia.