Sorprendente y esperpéntico. Son dos de los calificativos que se pueden utilizar para definir el pleno extraordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento de Donostia para ratificar la concesión del Tambor de Oro y de las Medallas al Mérito Ciudadano.

Las primeras intervenciones se ajustaron al guión previsto. Los tres grupos de la oposición, EH Bildu, PP e Irabazi, ensalzaron la labor de los cinco colectivos y personas premiadas con las medallas, criticaron la elección de Angels Barceló para el Tambor de Oro –los motivos para el galardón, no su trayectoria profesional– y anunciaron que se abstendrían en la votación.

La sorpresa de Gasco

La pirueta mortal con doble tirabuzón llegó cuando el teniente alcalde y portavoz del PSE, Ernesto Gasco, reveló en su turno que Barceló le llamó el martes por la noche para anunciarle que renunciaba al galardón si no había consenso suficiente, por lo que pedía que no se sometiera siquiera a votación. El alcalde Eneko Goia, con cara de pocos amigos, tomó la palabra para asegurar que a él nadie le había avisado –su socio de gobierno había mantenido el secreto hasta el último momento–, y que se iban a votar todos los puntos del orden del día.

Las intervenciones terminaron con Miren Azkarate (PNV), quien indicó que también se iban a abstener. De este modo se llevó a cabo la votación y la propuesta de Angels Barceló decayó al no contar con respaldo suficiente; el PSE ni siquiera participó en la votación y el resto se abstuvo. El Tambor de Oro 2017 queda por tanto desierto, tal y como sucedió en 1984 y 2003.

Goia valoró después que «la realidad ha constatado que esta era una propuesta que no había suscitado el entusiasmo de los donostiarras y eso es algo que hay que tener en cuenta, la conexión con la ciudad y que la ciudad entienda las decisiones que adoptamos». Añadió que esta situación le ha resultado «desagradable», puesto que le habría «gustado más no tener que pasar por esta situación como Ayuntamiento y también con respecto a la persona afectada, que es Angels Barceló», a quien el alcalde pidió «disculpas» como «víctima» de lo acontecido.

Crítica de la oposición y también de Odón Elorza

Amaia Almirall (EH Bildu) señaló como máximo responsable de lo ocurrido a Eneko Goia, que además de alcalde es presidente de San Sebastián Turismo. A su juicio, el Gobierno local debería pedir perdón por su «falta de respeto» a Barceló, al resto de personas candidatas y a la ciudadanía. Asimismo, consideró que la situación creada cuando Gasco anunció la renuncia de la periodista y Goia mantuvo la votación porque no se le había notificado nada es otra muestra de «la falta de coordinación y la improvisación» en el Gabinete.

Amaia Martín (Irabazi) opinó que «se ha puesto en evidencia que la elección del Tambor de Oro debería ser modificada por otra fórmula que permita el mayor consenso por parte de la ciudadanía».

Llamativamente, también se sumó a las críticas Odón Elorza, apuntando en exclusiva a Eneko Goia y sumando esta situación al «penoso» 2016. «Lamentable para San Sebastián que Alcaldía no sepa gestionar la concesión por consenso de un Tambor de Oro 2017 tras el penoso DSS2016. ¡Qué triste!», censuró el exalcalde. GARA