Por segunda vez en apenas un mes, el Ejército israelí ha bombardeado el aeropuerto militar de Mazzeh, una de las infraestructuras militares sirias más importantes, situada al oeste de Damasco. Citando una «fuente militar», la agencia oficial de noticias Sana informó del lanzamiento desde los Altos del Golán –territorio sirio ocupado por Israel desde la Guerra de los Seis Días– de misiles tierra-tierra. El ataque israelí, ocurrido justo una hora después de que un kamikaze atacara un gimnasio militar en el distrito de Kafr Soussa cobrándose la vida de al menos siete militares sirios, tuvo como objetivo depósitos de munición que al explotar crearon un gran incendio.

«Respuesta aplastante»

Mazzeh, situado a ocho kilómetros de la capital, además de disponer de una vasta prisión en sus instalaciones, es sede de los servicios de inteligencia del Ejército del Aire sirio, una de las estructuras militares más efectivas y temidas del Gobierno de Al-Assad. Varias ambulancias se habrían acercado al lugar, sin que trascendiera la existencia de víctimas mortales.

El Ejército sirio, en un comunicado de su más alta jefatura, prometió una «respuesta aplastante», una reacción varias veces repetida pero hasta el momento nunca materializada.

Israel se negó a hacer ningún comentario y reiteró su posición oficial: mantenerse al margen de la guerra siria, aunque reconociendo operaciones «puntuales» contra uno de sus más grandes enemigos, el movimiento de resistencia libanesa Hizbullah, que lucha en Siria al lado de las tropas de Al-Assad.