Iraia OIARZABAL
BRUSELAS
Elkarrizketa
MALIN BJÖRK
VICEPRESIDENTA DEL GRUPO GUE/NGL EN EL PARLAMENTO EUROPEO

«No entiendo la lógica del bloqueo de Madrid, ¿acaso necesita un enemigo?»

Nacida en Göteborg (Suecia) en 1972, Malin Björk es vicepresidenta del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica en el Parlamento Europeo que recientemente ha recibido a miembros de Etxerat en Bruselas.

Usted formó parte de la delegación que viajó a Euskal Herria en 2016 y posteriormente realizó un informe sobre la situación de las personas presas, ¿qué es lo que más le impactó?

Fue muy intenso. Tuvimos muchísimos encuentros y recibimos testimonios de voces muy diversas. Todos coincidimos en que la situación de los presos vascos no es aceptable. Una de las cuestiones que me impresionó fue la relacionada con la política de dispersión y el hecho concreto de escuchar a los familiares que son también castigados. Deben viajar muchos kilómetros para ver a sus seres queridos, con el riesgo que conlleva para su propia salud. Es muy cruel. No era consciente del alcance de la política de dispersión.

La segunda fue la situación de los presos gravemente enfermos. No recibir el tratamiento apropiado y no estar cerca de sus familiares resulta inhumano. Estoy convencida, tras escuchar a personas implicadas en el proceso de paz, de que es importante el tratamiento que reciben los presos para poder avanzar. Experiencias de otros conflictos lo demuestran, y sería ingenuo y hasta peligroso pensar que va a ser diferente en Euskal Herria. El respeto de los derechos humanos de los presos será una de las claves.

¿Cómo valora la actitud de los gobiernos español y francés?

He conocido que la situación de los presos se ha deteriorado en los datos de la política de dispersión y en el tratamiento a los presos gravemente enfermos desde que ETA abandonó la acción armada. Por lógica, cualquiera que quisiera respaldar el proceso de paz haría lo contrario: reforzar los derechos de las personas presas, porque es una señal de que se va en la buena dirección. Entonces, una se pregunta: ¿cuál es la lógica del Gobierno español? Va por el camino equivocado y el hecho de que el PP siga en el Gobierno es, desde luego, una mala señal.

Esta pasada semana usted, junto a otros parlamentarios, ha tenido ocasión de escuchar los testimonios de familiares de presos gravemente enfermos en Bruselas. Esta situación es silenciada en el Estado español. ¿Qué conclusión ha extraido?

He sentido tristeza y enfado. Pero como políticos debemos transformar esto en la siguiente pregunta: ¿Qué podemos hacer juntos? Me afectó mucho escuchar a una madre contar cómo su hijo necesita su apoyo para superar su enfermedad. Mi corazón llora con esto y esa empatía es también una fuente de fuerza para trabajar juntos por los derechos de los presos gravemente enfermos.

Durante las diferentes reuniones mantenidas con familiares se ha hablado de adoptar nuevos compromisos para dar una solución a la situación de los presos gravemente enfermos, ¿qué cree que se puede hacer?

Creo que es importante demostrar que el informe realizado tras la visita a Euskal Herria en 2016 no es algo que hemos hecho una vez y va a quedar en eso. Hay que dar seguimiento al tema, porque no está olvidado. También creo que es interesante observar otros conflictos donde los derechos de los presos han sido violados y llevar el tema al Parlamento Europeo y de otros países. Hay aspectos relacionados con los derechos humanos en los que la Unión Europea es muy débil.

Tomando como referencia la actitud mostrada por los países de la UE a favor de procesos como el de Colombia, ¿cómo valora la actitud para con el proceso vasco, bloqueado por los estados?

Veo que hay un problema en el que intervenir, relativo a un Estado miembro, y se están dejando las cosas pasar. La UE está dejando que el Estado español actúe como quiera. Cuando se trata de derechos humanos en terceros países se muestra más activo. Debemos continuar trabajando desde nuestro grupo de izquierda.

¿Qué lectura hace de la situación que vive el proceso en Euskal Herria?

Que el poder político no esté respondiendo al intento de paz es una mala y peligrosa elección. Tienen el deber de dar soluciones y si realmente están comprometidos con ello creo que deberían actuar de manera diferente. Si la paz es un objetivo prioritario –no entiendo que pueda haber otros objetivos–, su bloqueo no es justificable. Si la situación en cinco años se ha deteriorado, ¿cómo debemos interpretarlo? No entiendo la lógica del bloqueo de Madrid, ¿acaso necesitan un enemigo?