GARA
WASHINGTON
RELEVO EN LA CASA BLANCA

La agenda internacional de Trump presagia un seísmo entre sus aliados

La mano tendida a Rusia, las críticas a la OTAN, el aplauso al Brexit, el anuncio de que otros países dejarán la UE, el «error catastrófico» de Merkel con los refugiados... Las opiniones de Donald Trump han vuelto a aumentar la inquietud entre sus aliados occidentales, aunque dicen confiar en que su política exterior se alejará de sus declaraciones.

Los aliados de la OTAN y la UE piden calma antes de ver en qué acciones concretas se traduce la retórica de Donald Trump, pero no ocultan su inquietud ante una agenda internacional que puede provocar un seísmo en las relaciones trasatlánticas. Sin preocuparse por ofender a sus aliados al comentar la actualidad europea en los diarios “Times” y “Bild”, Trump sigue recurriendo a sus habituales fórmulas provocadoras a cinco días de tomar las riendas de la principal potencial mundial.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo seguir «absolutamente confiado» en que Donald Trump, «seguirá comprometido con la OTAN» cuando asuma sus funciones el próximo 20 de enero y espera «trabajar con el presidente electo y su equipo de seguridad nacional». Y ello a pesar de que en las entrevistas Trump aumentó la inquietud de los aliados, al considerar que esta organización está obsoleta e insistir en sus reproches a los estados miembros por no pagar su parte de la financiación. «Hace tiempo que he dicho que la OTAN tenía problemas. En primer lugar porque está obsoleta, ya que fue concebida hace muchos años» y «porque no se ocupa del terrorismo. En segundo lugar, los países miembros no pagan lo que deben», estimó el presidente electo.

La OTAN se fijó en 2014 un gasto del 2% del PIB de cada estado miembro, un nivel que solo cinco de ellos alcanzan. Durante su campaña electoral, Trump ya había cuestionado la obligación del apoyo entre los miembros de la Alianza en caso de agresión si no aumentan la contribución a los gastos.

Stoltenberg coincidió en que el gasto en defensa ha sido «una máxima prioridad» para él.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo compartir la opinión de Trump y tachó a la Alianza de «vestigio del pasado» y considerá que es una organización «centrada en la confrontación», el mismo día en que Rusia acusó a EEUU de iniciar una nueva carrera armamentista en Europa similar a la de la Guerra Fría por su despliegue militar en su frontera oriental.

Por otro lado, cuando la actual Administración estadounidense está acusando a Rusia de injerencia en las elecciones presidenciales, Trump tendió una mano a Moscú al mencionar la posibilidad de un acuerdo de reducción de armas nucleares a cambio de un levantamiento de las sanciones que el Gobierno de Barack Obama ha mantenido y ampliado hasta el último momento. «Veamos si podemos llegar a buenos acuerdos con Rusia. Creo que el armamento nuclear debe ser reducido muy sensiblemente», afirmó el magnate. Hace unas semanas, en cambio, Trump había reavivado el fantasma de la carrera nuclear al advertir de que EEUU respondería a cualquier aumento del arsenal de otra potencia, sin citar a Rusia o China.

«El Brexit será un éxito»

También la Unión Europea fue objeto de las críticas del presidente electo estadounidense, aunque sus dirigentes prefirieron apelar a la «unidad» y a la «confianza» en que la política exterior de EEUU no coincida on sus palabras. Así, Trump aseguró que la UE es «un gran instrumento para Alemania» para dominar al resto de países europeos. «Por eso creo que Reino Unido tiene una buena razón para salir», afirmó. A su juicio, el Brexit será un éxito, y anunció que quiere llegar a un acuerdo comercial con Londres «rápidamente».

Esta postura choca con la anunciada por Obama, que señaló que Gran Bretaña se situaría en la cola de espera para llegar a acuerdos comerciales con EEUU si dejaba la UE. Y también se enfrenta a Bruselas, que insistió ayer en que Londres solo podrá llegar a estos acuerdos después de dejar la Unión. Trump cree además que el caso de Reino Unido no va a ser el último y que otros países van a seguir el camino de salida. «Creo verdaderamente que si no estuvieran obligados a acoger a todos los refugiados, con todos los problemas que conlleva, no habría habido Brexit», indicó. «Los pueblos, la gente, quiere su propia identidad y Reino Unido quiere su propia identidad», defendió. La canciller alemana, Angela Merkel, evitó responder con detalle. «Los europeos tenemos nuestro destino en nuestras propias manos. Voy a continuar comprometiéndome para que los 27 Estados miembros trabajen juntos hacia el futuro frente a los desafíos del siglo XXI», señaló. El presidente francés, François Hollande, por su parte, indicó que «Europa siempre estará dispuesta a continuar la cooperación transatlántica, pero la determinará en función de sus intereses y sus valores. No necesita consejos exteriores para decirle lo que tiene que hacer». El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, opinó que «la mejor respuesta» a las críticas de Trump es «la unidad de los europeos». Sus homólogos español, polaco, austriaco, checo o danés, al igual que la representante comunitaria de política exterior Federica Mogherini, insistieron en esperar a que la Administración de Trump se ponga en marcha confiando en que sus acciones serán diferentes a su discurso, y en que su equipo se encargará de modelarlo. «Estoy convencida al 100% de que la UE va a seguir unida», aseveró Mogherini.

«Merkel cometió un error catastrófico» con los refugiados

«Vamos a tener seguros para todos» prometió Donald Trump al hablar del plan con el que sustituirá al conocido como Obamacare, en una entrevista concedida al diario «The Washington Post», en la que apuntó a «la existencia de una filosofía en algunos círculos de que si no se podía pagar por ello, no se tenía. Eso no va a pasar con nosotros. Pueden esperar una gran cobertura sanitaria. Será de una forma mucho más simplificada. Mucho menos cara y mejor». Sin dar detalles sobre este programa, el presidente electo insistió en que se «hará cargo de todos», añadiendo que los estadounidenses «no pueden permitir que haya gente muriendo en la calle». Asimismo, adelantó que las compañías farmacéuticas tendrán que negociar directamente con los programas Medicare y Medicaid y bajar sus precios, resaltando que «no estarán protegidas políticamente».

Trump afirmó que no dará detalles de estos asuntos hasta que su nominado como secretario de Sanidad, Tom Price, reciba el visto bueno del comité de Sanidad, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado. Las declaraciones del presidente electo llegan después de que la Cámara de Representantes aprobara el viernes una medida legislativa que ordena comenzar los trabajos parlamentarios para derogar la reforma sanitaria de Barack Obama, conocida como Obamacare. El Senado ya aprobó dicho mandato en una votación el jueves. «La prohibitiva reforma sanitaria pronto será historia», auguró entonces Trump.GARA

«Vamos a tener seguros médicos para todos»

También la canciller alemana, Angela Merkel, recibió su ración de críticas por parte del presidente electo de EEUU, Donald Trump, centradas en su política hacia los refugiados y migrantes. Después de decir que siente «un gran respeto» por la dirigente alemana, Trump aseguró que Merkel ha cometido «un error catastrófico al acoger a todos esos inmigrantes ilegales», en relación a la política de fronteras abiertas para acoger a miles de refugiados en 2015. Según el magnate, las consecuencias de esta política de acogida «se han hecho sentir claramente», relacionándola así con el atentado contra un mercado navideño en Berlín del 19 de diciembre, reivindicado por el Estado Islámico. Asimismo, subrayó la necesidad de reforzar los controles fronterizos en EEUU y no descartó que los europeos puedan verse afectados, dejando claro que no actuará como Alemania. «No queremos que venga gente de Siria que no sabemos quién es», afirmó.

Trump estimó que Berlín, más que recibir a refugiados haría mejor en defender zonas de exclusión área en Siria para proteger a la población de los bombardeos. «Los países del Golfo deberían pagar por esto, después de todo tienen más dinero que nadie», añadió.

Merkel respondió pasando por alto las críticas hacia su política con los refugiados. «Todos sabemos su posición al respecto desde hace tiempo; y mi posición también es conocida», afirmó la canciller. Pero sí quiso deslindar expresamente «la cuestión de los refugiados y de su existencia en relación con la guerra civil en Siria» del repunte del yihadismo en Europa, que «ha golpeado antes a otros países, Francia, Bélgica, el Reino Unido, España, y ahora también Alemania se ha visto afectada», y afrontarlo es una «tarea global».GARA