La red ciudadana Sare compareció ayer ante los medios para hacer una valoración de la gran movilización del sábado en Bilbo por los derechos de presos y presas y para dar cuenta de los pasos que va a poner en marcha en breve. Los principales interpelados son partidos políticos e instituciones, a los que reclamarán que pasen de palabras a iniciativas concretas a fin de acabar con la «vengativa política penitenciaria actual».

El primer paso será el inicio de «una ronda de contactos con todas las fuerzas políticas e institucionales que quieran reunirse con nosotros». A este respecto, recordó Sare que las nuevas mayorías políticas conformadas en los parlamentos de Gasteiz, Iruñea y Madrid posibilitan otra forma de proceder», pasando de pronunciamientos a «iniciativas que trasladen compromisos de obligado cumplimiento para los gobiernos, especialmente para el Gobierno español». Otros pasos se irán concretando en la asamblea que celebrará en los próximos meses.

«No puede pasar más tiempo sin que las cosas cambien», destacó Sare, al tiempo que indicó que cada vez más personas y de más sensibilidades han considerado que «ha llegado el momento de autoactivarse», lo que debe tener reflejo en la labor de los partidos, activando la «búsqueda de formulaciones políticas y jurídicas que puedan ser trasladadas a los parlamentos».

En este contexto, Sare recordó que la movilización del sábado en Bilbo es el mensaje de una sociedad que exige avances hacia la resolución, la paz y los derechos humanos.

Un mensaje «muy claro»

Tras mostrar su agradecimiento a quienes se manifestaron y a quienes hubieran querido estar en Bilbo pero no pudieron hacerlo, a los cientos de sarekides que trabajaron en la organización y a las personalidades del ámbito social y cultural que mostraron su adhesión a la marcha, los portavoces de la iniciativa ciudadana Bego Atxa y Joseba Azkarraga destacaron que es hora de «comprometerse con un país que tras décadas de violencias, de muchas violencias, necesita caminar por senderos de convivencia y, sobre todo, dejar una sociedad mejor a nuestros hijos e hijas».

Remarcó Azkarraga que el mensaje es «muy claro» no solo para el Gobierno español sino también para partidos que «por acción o por omisión» están posibilitando la vulneración de derechos de los presos y sus familiares. «Nos dijeron alto y claro que no quieren que su silencio pueda entenderse como aceptación de una forma de hacer política que quiere plantear esa ilógica de vencedores y vencidos», remarcó, para agregar acto seguido que «tampoco quieren que en su nombre nadie continúe bloqueando un proceso que debería acercarnos a una verdadera paz y a los espacios de convivencia que reivindica Sare».