La empresa de litografía Litalsa, que está ubicada en Oion y que cuenta con alrededor de 150 empleados y empleadas, ha sufrido un cambio en la dirección que, según explican los trabajadores, ha tenido como consecuencia que «el consenso y la negociación» hayan sido sustituidas por «la unilateralidad y la imposición, con faltas de respeto y amenazas incluidas». Detallan que todo está relacionado con una nueva figura «tirana» que se ha incorporado a la empresa que tiene la potestad para mandar y que intenta dar la vuelta a una manera de trabajar que «iba muy bien», tanto en lo que respecta al ambiente como a la producción.

El pasado 9 de enero el Comité de Empresa, formado por ELA, LAB, UGT y USO, dio el primer paso en favor del derecho a la dignidad, concentrándose a las puertas de Litalsa. Ayer continuaron con la lucha mediante paros de una hora por relevo que tuvieron un amplio respaldo de los empleados. Según el comité, las líneas de producción se detuvieron y solo siguieron en sus puestos algunos trabajadores temporales y de oficina.

Fue «una especie de toque de atención para que la dirección se siente y se reúna con nosotros. Una advertencia». Si no muestran disposición para reunirse, las protestas aumentarán. Además, han interpuesto una denuncia en inspección. En la asamblea de trabajadores celebrada el pasado 6 de noviembre se expusieron las medidas de videovigilancia de la dirección para el control de la plantilla y la existencia de «graves deficiencias en materia de seguridad y salud».

En las movilizaciones han utilizado pancartas en las que denuncian que está prohibido usar el wc, curarse, tomar café o almorzar sin escanear la huella dactilar o que la empresa se ha convertido en «Gran Hermano durante las 24 horas en directo».

Remarcan que los trabajadores han cumplido siempre con su deber y que esperan poder seguir cumpliendo, pero sin presiones ni tensiones.