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Falujah, en ruinas, se impacienta ante la lentitud de su reconstrucción

La ciudad iraquí de Falujah sigue en ruinas y sin servicios básicos seis meses después de la expulsión del Estado Islámico (ISIS), y el Gobierno se arriesga a aumentar la hostilidad de sus habitantes –en la que creció el yihadismo– si la reconstrucción no se acelera.

Seis meses después de la toma de Falujah al Estado Islámico, que la había ocupado durante dos años, barrios enteros de esta ciudad iraquí siguen aún en ruinas. El coronel Jamal al-Jumaili, jefe de la Policía local asegura que «Falujah es una ciudad segura. No hay ningún miembro de la organización terrorista Daesh (acrónimo árabe del ISIS)».

Pero la «victoria» de las fuerzas iraquíes ha tenido un precio muy elevado. Numerosas viviendas han sido arrasadas por los combates y en algunos barrios los civiles aún no pueden entrar por temor a bombas ocultas que podrían haber dejado los yihadistas.

El mes pasado el Consejo Noruego para los Refugiados estimó en alrededor del 10% el porcentaje de las casas habitables. «No funciona nada, no hay agua ni electricidad y las casas están destruidas», lamenta Firas Mahmud, de 25 años.

Otro vecino, Mustafá, exige al Gobierno local que restablezca los servicios públicos, y se queja también de la falta de empleos. «Las autoridades deben actuar», se indigna. Pero, de momento, están a la defensiva y el alcalde, Issa al-Sayer, pide «ayuda a la comunidad internacional para que los habitantes de Falujah puedan vivir con estabilidad».

Porque el Gobierno iraquí tiene sus cuentas muy mermadas por el bajo precio del petróleo y los gastos de la guerra, pero también por la corrupción y el clientelismo en el reparto de los ya limitados fondos, según observa Omar Lamrani, analista del centro de reflexión geostratégica estadounidense Stratfor. Las expectativas cada vez más apremiantes de la población, de mayoría suní, amenaza con disparar el descontento hacia el Ejecutivo dominado por los chiíes y que fue el terreno abonado en el que creció el ISIS en la zona hace cuatro años.

Para tomar Falujah, Bagdad se apoyó en las fuerzas regulares, pero también en las milicias chiíes aborrecidas por la población.

El jefe de la Policía asegura que hoy solo el Ejército y la Policía están presentes en la ciudad, pero también lo está el recuerdo de las atrocidades cometidas por esos combatientes, una situación que puede repetirse ahora en Mosul.

Bagdad anuncia el control del este de Mosul

La parte oriental de Mosul fue tomada ayer, según un alto mando militar, tres meses después del inicio de la ofensiva para arrebatar la segunda ciudad de Irak al ISIS, que la ocupó en junio de 2014. El general Talib al-Sheghati, que dirige las unidades de élite CTS, anunció «la liberación de la orilla izquierda», del Tigris. «Los sectores importantes» del este de Mosul están ahora bajo el control de las fuerzas gubernamentales», afirmó, si bien reconoció que quedaban aún por expulsar yihadistas de tres barrios al norte, donde el Ejército sigue combatiendo. El ISIS controla aún la zona oeste, en la orilla derecha, donde se encuentra la ciudad vieja, un entramado de callejuelas intransitables para vehículos militares, con una mayor densidad de población y donde se calcula que aún se encuentran cientos de miles de civiles. Esta parte de la ciudad es donde los yihadistas están mejor implantados. Las fuerzas iraquíes entraron en Mosul en noviembre y progresaron lentamente al enfrentar una dura resistencia por parte de los yihadistas.GARA