Los mercados europeos siguen sin encontrar apoyos resistentes para retomar la senda de los avances. Ayer, Mario Draghi se ajustó en todo al guión previsto al no tocar los tipos de interés y mantener el programa de compra de deuda del BCE sin cambios, tal como se fijó el pasado 8 de diciembre. Por tanto, los estímulos estarán presentes todo este año, aunque a partir de abril la cifra pasará de los 80.000 millones de euros mensuales a 60.000 millones de euros. Tampoco dio mayor importancia al repunte de la inflación en diciembre hasta el 1,1%, puesto que la subyacente, que descuenta los precios de la energía y los alimentos frescos, está en el 0,9% y sigue lejos del objetivo de la institución.

Las bolsas acogieron bien las palabras de Draghi, aunque solo les ayudaba a recortar parte de las pérdidas acumuladas en la jornada. No se debe olvidar, por otro lado, que todo el mundo mirará hoy a EEUU, donde el nuevo presidente hará un discurso al jurar el cargo y se mantiene la duda sobre si tendrá un carácter beligerante o conciliador, tanto con el propio país como con el resto del mundo.

El Ibex terminó con 9.379,10 puntos, tras ceder un leve 0,08%. También hubo recortes en Fráncfort (-0,02%), París (con -0,25%) y Londres (-0,54%). Por valores del Ibex, los peores fueron Mapfre (-2,07%) y Enagás (con -1,75%). En el otro extremo de la lista, despuntaron Grifols (+3,83%) y Sol Meliá (+3,69%). No fue tampoco un mal día para los bancos: Sabadell sumaba un 2,43%, Popular, un 2,36%, y Caixabank, un 2,19%. Solo BBVA (un -0,33%) y Bankinter (-0,05%) cerraron en rojo. Dentro del Cac, el mejor fue Kering (+1,66%), mientras que Safran (-5,43%) sufría la mayor caída después de anunciar una OPA amistosa sobre Zodiac para controlar el 67% de su capital.