El presidente israelí, Benjamin Netanyahu habló ayer con su homólogo estadounidense, Donald Trump, cuya llegada al poder ha envalentonado aún más a los sionistas para relanzar la colonización en Palestina. En un diálogo «cálido», según Netanyahu, Trump invitó al mandatario israelí a visitar EEUU el próximo mes.

La prensa israelí aseguraba que, tras la conversación –en la que tenían previsto hablar tanto de Palestina como de Siria y del acuerdo nuclear con Irán que ambos rechazan–, Trump anunciaría hoy el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, un paso que supone una provocación para los palestinos y que incluso los aliados de Israel han evitado hasta ahora.

Pero el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, enfrió el entusiasmo sionista al afirmar que «estamos en la fase inicial del debate de este asunto».

Las autoridades israelíes sí se ven más libres para extender la ocupación y el Ayuntamiento de Jerusalén aprobó de forma definitiva la construcción de 566 viviendas en tres barrios ocupados de Jerusalén este.

Netanyahu había pedido congelar a finales de diciembre los permisos de construcción en Jerusalén Este a la espera de la llegada de Trump a la Casa Blanca, según precisó Meir Turjeman, presidente de la comisión de construcción y planificación del ayuntamiento de Jerusalén.

Pero, según Turjeman, «las reglas del juego han cambiado con la llegada al poder de Donald Trump. Ya no tenemos las manos atadas como en tiempos de Barack Obama. Estas 566 viviendas no son más que el principio. Tenemos planes para la construcción de 11.000 viviendas que esperan autorizaciones», avanzó. Además, el alcalde, Nir Barkat, precisó que se van a construir otras 105 viviendas en barrios palestinos. «Hemos conocido ocho años difíciles con Obama, quien presionaba para congelar la construcción», afirmó el alcalde. Aunque la ocupación y las colonias no han cesado de crecer en los últimos años, el pasado 23 de diciembre EEUU no vetó la resolución de la ONU que condenó la colonización israelí. A la vez, el Gobierno israelí estudia anexione una de las colonias en Cisjordania, Maale Adumim, así como un sector que la une a Jerusalén. Esta decisión cortaría en dos Cisjordania y certificaría la imposibilidad de crear un Estado palestino viable con continuidad geográfica.

La Casa Blanca se enzarza con los medios y recuerda las elecciones

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha comenzado su mandato avivando su enfrentamiento con los medios de comunicación y la polémica sobre su apoyo popular. Al día siguiente de las movilizaciones que en numerosas ciudades de EEUU reunieron a más de dos millones de personas por la defensa de los derechos civiles y contra el machismo del Trump, este cuestionó que hubieran votado: «Vi las protestas de ayer, pero bajo la impresión de que acabamos de tener una elección. ¿Por qué esas personas no votaron?», si bien más tarde mostró un tono conciliador al afirmar que «aunque no esté de acuerdo, reconozco el derecho de la gente a expresar su punto de vista». El presidente atacó a los medios por las cifras de asistentes a su investidura. «Honestamente, creo que había un millón y medio de personas», dijo. A la vez, su portavoz, Sean Spicer , aseguró que había sido la investidura «más abarrotada» de la historia. La asesora de campaña, Kellyann Conway, negó que Spicer mintiera sino que se limitó a proporcionar «hechos alternativos» y destacó el apoyo que recibió Trump en las urnas. El jefe de Gabinete, Reince Preibus, indicó que la Casa Blanca luchará «con uñas y dientes» contra los medios cuando crea que difunden falsas noticias sobre el presidente o la administración. «Desde el día uno, los medios han intentado deslegitimar las elecciones, y no vamos a quedarnos de brazos cruzados», advirtió.GARA