Ramón SOLA
FÚTBOL

Tormenta perfecta contra un Osasuna que bracea sin ver costa

El desquiciante arbitraje de Estrada Fernández acaba hundiendo a un equipo que se adelantó 1-0 y 2-1 y tuteó en todo momento alsegundo clasificado de la Liga. El Sadar, antes puerto seguro, ahoga a Osasuna: 3 puntos sobre 30 posibles al acabar la primera vuelta.

OSASUNA 3

SEVILLA 4

 

Resumió bien las perspectivas rojillas el delantero Sergio León, cuando explicó esta semana en la sala de prensa de Tajonar que él prefiere ahogarse tocando suelo que en el medio del mar. Y sin embargo, el desenlace posiblemente sea una mezcla de ambos: Osasuna está de pie, sí, y también ha merecido siete de los nueve últimos puntos (ganar a Valencia y Granada y empatar ayer), pero se ha quedado en dos, y eso le condena a seguir perdido en medio del océano, braceando sin terminar de ver la costa de la salvación, ni siquiera allá a lo lejos.

Los números son tozudos. Osasuna es el peor colista de Primera desde el Xerez que entrenó Ziganda en la primera vuelta de la 2009-10, cuando se quedó en ocho míseros puntos –precisamente ese precedente se evoca en Iruñea como tabla de salvación, porque los jerezanos lograron mantener un halo de vida hasta la última jornada, en que descendieron en El Sadar–. El balance osasunista resulta aún más penoso si se reduce a los partidos de casa: en el feudo rojillo, otrora puerto seguro, solo se han sumado 3 de los 3o puntos en juego, con los empates ante Celta, Las Palmas y Valencia. Han ganado los gigantes de la Liga (Barcelona y Atlético), los nuevos grandes de este año (Sevilla y Real Sociedad) y aquellos con los que sí cabía competir mejor (Espanyol, Betis y Alavés). Una ruina.

Y, sin embargo, los tres últimos partidos no muestran un equipo hundido, sino que resiste al destino y flota los 90 minutos. Tras merecer la victoria ante dos rivales directos como Valencia y Granada y no consumarla, el Sevilla no era el rival más propicio para iniciar una remontada, y sin embargo Osasuna compitió más que bien contra un once completísimo, que a una calidad notable suma un físico apabullante, la intensidad que imprime a sus equipos el bielsista Sampaoli y el momento de forma que le llevó a ganar al Madrid siete días antes.

Nada de ello se notó en el terreno, donde Osasuna gestionó el encuentro a su estilo, pero mejor ejecutado. La defensa, esta vez más de cinco que de tres, estuvo tupida y coordinada convirtiendo el dominio del Sevilla en un rondo estéril; Fausto y Causic no se arredraron ante los tanques N’Zonzi e Iborra; y los pelotazos a Sergio León, otras veces auténtico náufrago en esta zozobra colectiva de la primera vuelta, tuvieron bastante más sentido. Movía y movía el Sevilla, pero los picotazos de Osasuna llevaban veneno, y así llegó el 1-0 de Sergio León anticipándose bien a un envío de Torres.

No mereció empatar el Sevilla, pero lo logró en una jugada aislada al filo del descanso, tras lo que no cambió nada. Torres había podido marcar en una falta en el minuto 44 y tuvo otra opción de oro que resolvió mal al inicio de la segunda parte. El 2-1 posterior, aunque gestado con suerte, hacía justicia.

 

Decisivo arbitraje

Ahí se desencadenó la tormenta perfecta, que se venía gestando en realidad desde el minuto 1, cuando Estrada Fernández tarjeteó con extremo rigor a un Fausto clave para la presión rojilla. El 2-2 llegó en una jugada que rondó el fuera de juego para todo el estadio y el 2-3 estuvo precedido de un clamoroso empujón de Vázquez a Oriol Riera. Entre medio, el árbitro hizo cosas inefables, como pitar un ¿fuera de juego? a Riviere sin estar en línea con la jugada y sin que su ayudante se lo hubiera marcado. El esperpento ya tuvo un primer capítulo en el minuto 21, cuando la grada ovacionó al trencilla por pitar una falta a favor de Osasuna tras una decena en favor del Sevilla. Y continuó hasta el 93, cuando concluido el partido amonestó a Riviere; será un récord mundial que un árbitro sancione a un equipo durante 92 minutos seguidos, varias veces sin más motivo que sus propios errores (como las amarillas a Mario y Oriol por justificadas protestas en el 2-3).

El 2-4 y el 3-4, ya tras el 90, fueron mera anécdota. El enésimo golpe de la temporada esta vez sí lo había acusado la grada, que no obstante se fue satisfecha de la mejora del equipo. Lo relevante ahora es saber cómo se va a afrontar la segunda vuelta, en los despachos y el campo, para que esta agonía tanto al menos un sentido de futuro.

 

Doble repugnancia machista

La lacra de la violencia machista deparó una doble noticia en El Sadar, que puede considerarse como la cara y la cruz. El partido estuvo precedido de un impresionante minuto de silencio, tanto por su duración como por la abrumadora respuesta de la grada, contra la violencia machista. Fue una iniciativa del club tras la conmoción revivida esta semana en Iruñea con el caso de Blanca Marqués, estrangulada y arrojada al río por su pareja.
Osasuna la acompañó de un mensaje dirigido específicamente a los hombres para que tomen posición activa contra esta incesante lacra. Y también Indar Gorri se sumó con una pancarta colocada en su zona y que rezaba «Eraso sexistarik ez!».
Todo ello hizo aún más repugnante lo que ocurría al mismo tiempo en otra esquina del campo, la ocupada por la afición del Sevilla. Nada más acabar el partido, por las redes sociales comenzó a correr la imagen de una de sus pancartas, en la que junto a los colores blanco y rojo del equipo se lee el apodo de «Gordo».
Se trata de uno de los seudónimos utilizados por el más conocido como «El Prenda», uno de los sevillanos encarcelados por la violación en grupo de una joven de Madrid en los pasados Sanfermines, y situado además como el cabecilla de la autodenominada «manada» de agresores. Su pertenencia al grupo más radical de la hinchada del Sevilla, los Biris, es bien conocida. No es el único de los cinco imputados que pertenece a esa facción.
El asunto se convirtió rápidamente en un escándalo viral, y más aún dados los abundantes precedentes de prohibición de símbolos abertzales especialmente en Graderío Sur de El Sadar, como el «arrano beltza».
Así las cosas, a media tarde se daba a conocer que la Policía española va a remitir un informe a la Comisión Antiviolencia con el fin de dar cuenta de la exhibición de esa pancarta con vistas a eventuales sanciones.
Habrá que ver en qué queda finalmente el asunto, toda vez que quien colocó el infame mensaje se cuidó muy mucho de no identificar totalmente al individuo aludido.  R.S.

 

Queja oficial por el arbitraje de Estrada

En una medida que parece más efectista que otra cosa, tras el partido Osasuna anunció una «queja formal a las instituciones pertinentes» por el desigual arbitraje sufrido ayer.

 

El césped se resembrará tras recibir al Málaga

El mal estado de la banda de Preferencia, que se levanta con facilidad, obliga a Osasuna a tomar medidas. Resembrará el césped tras recibir el fin de semana al Málaga y antes que llegue el Madrid.