GARA
BUCAREST

El Gobierno rumano se niega a dimitir pese a las protestas en la calle

Liviu Dragnea, el líder del gubernamental Partido Social Demócrata de Rumanía (PSD) y una de las personas que habría salido beneficiada por el polémico decreto del Gobierno que eliminaba delitos de corrupción, sostuvo que no hay motivos para que el Ejecutivo dimita y que los manifestantes sólo buscan la caída del Gabinete.

Tras una reunión con parlamentarios del PSD, Dragnea dijo que todos los socialdemócratas siguen respaldando al Ejecutivo del primer ministro, Sorin Grindeanu, y que no hay razón para que el Gobierno presente su dimisión, tras la polémica por el decreto que se ha visto obligado a retirar y que pretendía suprimir los delitos de corrupción que causen un perjuicio de menos de 44.000 euros.

«Hemos tenido una reunión con los grupos, que han expresado su apoyo inequívoco al Gobierno de Grindeanu», manifestó. Dragnea no pudo ser primer ministro porque fue condenado en 2015 por falsificar papeletas en un referéndum para cesar al presidente del país.

«Veremos qué pasa en los próximos días, el Gobierno no tiene motivos para dimitir», insistió. Asimismo, arremetió contra los manifestantes, a quienes acusó de tener como«objetivo» al PSD. También criticó al presidente Klaus Iohannis por querer «todo el poder en Rumanía». Iohannis expresó la semana pasada su respaldo a las protestas contra el Ejecutivo.

El ministro de Justicia rumano, Florin Iordache, por su parte, anunció ayer que publicará un proyecto de ley de reforma de Código Penal para que sea debatido y que algunos artículos sean modificados en virtud del criterio fijado por el Tribunal Constitucional. Tras asegurar que hace falta una legislación de emergencia, el ministro indicó que, cuando terminen los debates parlamentarios sobre el presupuesto y la moción de censura presentada por la oposición, hablará con el primer ministro sobre su posible dimisión. «Anunciaré mi decisión tras las conversaciones», señaló. El primer ministro rumano dijo el domingo que pedirá la dimisión de su ministro de Justicia por la mala comunicación que tuvieron en los últimos días y justificó su continuidad para que el Parlamento pudiera votar los presupuestos.

Para ayer a la noche había convocadas nuevas protestas en Bucarest y otras ciudades para exigir la dimisión del Gobierno.