Joseba VIVANCO
Athletic

Día de entrenamiento con Garitano

Al técnico deportivista le gustan las sesiones intensas, donde los jugadores se «tienen que acostumbrar a ganar, ganar y ganar».

En la Escuela de Entrenadores de la Federación vizcaina han repartido estos días entre su alumnado un pedagógico artículo publicado en diciembre pasado en la web Riazor.org y en la que se detalla de manera pormenorizada el modus operandi del técnico deportivista Gaizka Garitano, narrado por él mismo, al frente de la plantilla coruñesa. Sin sesiones a puerta cerrada, entrenamiento al descubierto, porque eso desvela el propio entrenador vizcaino, cómo entrena, cómo dirige a los suyos entre semana, lejos de los focos del estadio y el resultadismo de los partidos. «Cómo trabajamos ahora no es igual a cómo trabajábamos en el Valladolid o el Eibar; por los jugadores, los equipos, las circunstancias… Lo que sí hay que hacer es que el entrenamiento conecte con el modelo de juego, cómo entrenas tiene que parecerse a cómo juegas. Lo que entrenas tiene que verse en el partido», resumía en este artículo extraído de una charla suya organizada por el Comité Gallego de Entrenadores.

Su máxima pasa por ejercitar el modelo de juego elegido. «El equipo debe tener un lenguaje propio con esos conceptos, ese lenguaje que manejan el entrenador y los jugadores para saber qué hacer en cada situación», defiende, admitiendo que la táctica es lo más importante para él. Eso, y otros dos principios sobre los que sustenta sus sesiones: que sean amenas y que cada jugador trabaje en función de la posición que ocupa. «Cada integrante de la orquesta debe tocar su propio instrumento. El lateral derecho está de lateral derecho en el 80% o 90% de los trabajos de los entrenamientos, aunque sean de fuerza o de velocidad», explica.

La competitividad diaria es clave. «Debes ser un equipo que se mueva entre el 4 y el 8, que esté siempre vivo en los encuentros. Es difícil que llegues al 9 o 10, pero también que bajes de 4. La clave está en los entrenamientos, en darles máxima competitividad», insiste. Como lo es para él la puntualidad, «si un tío llega tarde, lo cojo y hablo con él», o la intensidad en los ejercicios, incluidos ‘castigos’ para los que pierden los partidillos, sea cargando las porterías o pagando unos pinchos, «se tienen que acostumbrar desde los entrenos a ganar, ganar y ganar», sostiene. Quiere silencio absoluto cuando explica y ‘tolerancia cero’ con las faltas de respeto: «Si un tío se enfada y da un pelotazo, se para el entrenamiento y va él a por el balón, no el utilero... Si alguien rompe una ventana en un edificio y la dejas, en una semana ya hay ocho o nueve ventanas rotas».

Partido a partido, el objetivo

Gaizka Garitano, a quien en A Coruña le repiten mucho que se le contrató por ser un buen gestor de vestuarios, tiene muy claro que «el equipo está por encima de los intereses personales y las individualidades. El yo es mucho más pequeño que el nosotros. Humildad, respeto, empatía, trabajo, honestidad y solidaridad». Su catecismo. A partir de ahí, no se marca objetivos a medio ni largo plazo. «El único objetivo que tiene el Deportivo y su entrenador es despertar mañana, dar un salto de la cama, vestirme, ir a entrenar y dar el máximo. Por la tarde, preparar el partido. El único objetivo es el día siguiente, esa semana, como mucho diez días. No contemplo objetivos a quince días o un mes». Por eso ayer, miércoles, seguramente tocó ejercicios de espacios reducidos y empezar a pensar y trabajar ya en y para el Athletic. Hoy tendrá pensado el once titular y mañana por la tarde tratará de desconectar. «Con los años aprendes que es importante que el entrenador llegue fresco al partido para estar tranquilo en momentos cruciales. No puedes llegar saturado de fútbol», aclara.

Seguro que la visita a San Mamés será especial. No en vano, su nombre siempre suena como uno de los posibles relevos futuros de Ernesto Valverde. Pero de momento solo piensa en ganar a los rojiblancos. El Depor es un equipo al que le gusta presionar al rival, ir a por el contrario. Al que le gusta manejar la pelota siempre que sea para algo, si no, sostiene, «es mejor no tenerla». Le gusta jugar bien, la manera más fácil de ganar, defiende el séptimo entrenador en cinco años del club gallego.

Un equipo el coruñés que no abusa de la salida de balón jugado, con unos porcentajes de posesión de la pelota muy similares a los del Athletic, fuerte en el juego aéreo en ataque como lo evidencian sus cinco goles a balón parado, pero que también sufre a la inversa con seis dianas encajadas de faltas o córners en contra. «Nuestra asignatura pendiente esta temporada es ganar fuera de casa, hemos estado cerca en muchos encuentros y qué mejor escenario que San Mamés para lograr la primera victoria», confesaba ayer su mediocampista Carles Gil. Para ello deberán mejorar su «intensidad desde el primer minuto» porque, asumía, «si en otros campos eso nos mata, en San Mamés todavía más».

De ello y todo lo demás se encargará en los entrenamientos Gaizka Garitano. El de Derio no sabe lo que es ganar este 2017 y seguro que hacerlo en San Mamés sería un premio añadido.

Lekue: «Está costando acabar, pero tenemos llegadas y ocasiones»

«Falta esa pizca de puntería que llegará y haremos más goles, seguro», se mostraba ayer convencido el joven Iñigo Lekue en sala de prensa, reconociendo ese problema que tiene el equipo con la pegada. «Nos está costando acabar en gol, pero las llegadas las tenemos y las ocasiones las tenemos», valoró como preludio de que los goles llegarán. El defensa reconvertido cuando se tercia a extremo, admite las carencias del equipo, como su trayectoria fuera de casa o cierta frialdad en la salida a los partidos de San Mamés, pero cree que, a pesar de ello, esta temporada «la línea es buena», y eso a pesar del lastre que implica no encontrar los primeros minutos en San Mamés la intensidad que acaban teniendo cuando en demasiadas ocasiones, hasta cinco este curso, les toca remontar el resultado.

«Nos penaliza porque vamos todo el partido cuesta arriba para darle la vuelta. La mayoría de las veces lo hemos conseguido, pero los rivales también juegan y también aciertan», asumió. «Es evidente que fuera de casa no encontramos la dinámica que estamos teniendo en casa», concluyó el rojiblanco.J.V.