Iñaki VIGOR
RECONOCIMIENTO INSTITUCIONAL Y CIUDADANO

HOMENAJE DE NAFARROA A LAS VÍCTIMAS QUE UPN Y PP AÚN NO RECONOCEN

LAS VÍCTIMAS NAVARRAS DE LA VIOLENCIA POLICIAL Y DE LOS GRUPOS DE EXTREMA DERECHA HAN SIDO IGNORADAS OFICIALMENTE DURANTE DÉCADAS. AYER FUERON POR FIN RECONOCIDAS Y HOMENAJEADAS POR LAS INSTITUCIONES DEL CAMBIO Y POR CENTENARES DE CIUDADANOS EN UN ACTO AL QUE NO ASISTIÓ NINGÚN REPRESENTANTE DE UPN NI DEL PP.

Las muertes de Germán Rodríguez y Mikel Zabalza, o la desaparición de José Miguel Etxeberria «Naparra», tuvieron un gran impacto en la sociedad navarra, al igual que las muertes de Mikel Arregi, José Luis Cano, Angel Gurmindo, Mikel Castillo, Rafael Delas, José María Izura, Iosu Zabala, Unai Salanueva o Sara Fernández, por citar solo algunos nombres. Todos ellos eran navarros, pero las instituciones controladas por UPN, PP y PSN los han ignorado durante décadas. Ha habido que esperar a las instituciones del cambio para que, al fin, tengan un reconocimiento oficial, un homenaje que algunas asociaciones policiales y de extrema derecha intentaron evitar hasta el último momento. Sus argumentos eran similares a los que UPN y PP han utilizado para justificar su ausencia en un homenaje al que sí asistieron representantes de todos los demás grupos parlamentarios, incluido el PSN.

El homenaje comenzó poco después de las 12.00 en el claustro del Departamento de Cultura y contó con la participación de las instituciones navarras más importantes, de alcaldes de diversas localidades, entre los que se encontraba Joseba Asiron (Iruñea), y de conocidas personas del ámbito social y cultural, además de asociaciones que trabajan en la recuperación de la memoria histórica.

El homenaje venía precedido por un reciente acuerdo del Parlamento navarro, que instó al Gobierno a cumplir la «Ley de reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos», eufemismo utilizado para evitar la palabra «policías».

«Funcionarios públicos» mataron a tiros a Germán Rodríguez en los Sanfermines de 1978 y se llevaron a Mikel Zabalza en noviembre de 1985 antes de que su cadáver apareciese en el río Bidasoa, mientras que el Batallón Vasco Español reivindicó el secuestro y muerte de José Miguel Etxeberria, cuyo cadáver todavía no ha aparecido.

«Esto era inimaginable»

Hermanos de estas tres víctimas fueron los primeros en intervenir en el homenaje de ayer en Iruñea, y precisamente ellos recibieron la ovación más fuerte y emotiva en un acto que se prolongó una hora y 45 minutos. La mayoría de los más de 350 asistentes se pusieron en pie para aplaudir a Eneko Etxeberria, Fermín Rodríguez y Idoia Zabalza, aplauso que se hizo extensivo a los familiares de las demás víctimas de la violencia policial y grupos de extrema derecha.

«Este acto que nos ha reunido hoy aquí era absolutamente inimaginable no hace mucho tiempo», señalaron los familiares de estas víctimas, al tiempo que mostraron su agradecimiento a la sociedad navarra por haber hecho realidad «aquello que un día parecía una utopía».

«Hoy es un día memorable para nosotros porque las más altas instituciones navarras proclaman en este mismo acto la existencia de víctimas a manos de agentes del Estado o grupos de extrema derecha. Desgraciadamente, esta declaración no viene acompañada del reconocimiento de unos hechos concretos, sufridos por personas concretas, a manos de personas concretas. Pero todos los que estamos hoy aquí sabemos que esos hechos existieron, que ejercieron la violencia contra nuestros familiares hasta el punto de causarles la muerte», manifestaron.

En este sentido, dijeron que su objetivo es que «este acto, hoy genérico y simbólico, se transforme en un minucioso trabajo que saque a la luz esta realidad encubierta durante largos años, es decir, poner datos sobre la mesa, nombres y apellidos, detalles, acciones, actores, razones, objetivos... En definitiva, la verdad de lo sucedido en cada uno de los casos».

Tras señalar que durante muchos años han vivido la muerte de sus familiares «en silencio, abocados a la más absoluta exclusión oficial e institucional», y que han tenido que «soportar mentiras y manipulaciones», pidieron a la sociedad civil navarra que «exija el conocimiento de la verdad y la depuración de responsabilidades a través de una investigación rigurosa e imparcial de todos los casos».

«Gracias sinceramente por este acto. Ahora esperamos el mayor de los reconocimientos: la verdad», concluyeron los familiares entre fuertes aplausos de los asistentes.

Referencia a las «ausencias»

El homenaje se había iniciado con un aurresku a cargo de Etorkizuna Dantza Taldea y el acompañamiento de la Coral de Etxarri Aranatz, y continuó con la intervención del bertsolari Julio Soto y de Castillo Suarez, que dio lectura, en euskara y castellano, al poema ‘‘Aquí estamos’’. Tras las intervenciones de los familiares llegó el turno de los máximos representantes institucionales, cuyos discursos, también muy aplaudidos, coincidieron en la necesidad de reconocer a todas las víctimas.

«Los cinco hermanos de mi abuelo fueron asesinados en 1936, y Lodosa fue uno de los pueblos más represaliados de Navarra», recordó Pablo Azcona, alcalde de esta localidad y presidente de la FNMC. También reconoció que todavía hay «muchas heridas y muy profundas», pero apeló a tener una visión «integral de la memoria» que «condena todas las violencias, denuncia todos los crímenes y reconoce a todas las víctimas».

Ainhoa Aznarez, por su parte, recordó a las víctimas de la sublevación militar de 1936, del franquismo, de ETA, de la violencia policial y de extrema derecha, y destacó el «rechazo» de la sociedad navarra a la violencia «como vía para alcanzar objetivos políticos».

Por último, Uxue Barkos defendió el derecho de todas las víctimas «a la verdad, la justicia y la reparación», lamentó el «olvido institucional» de las víctimas homenajeadas ayer, y criticó las ausencias, sin citarlas, de UPN y PP, que consideró «fruto de la ignorancia».

Tras dar lectura a una declaración institucional, los asistentes depositaron claveles rojos ante la escultura ‘‘Leihoa’’, cedida por José Ramón Anda para este homenaje, que se desarrolló íntegramente en bilingüe.