GARA
TOLOSA

Rostros conocidos de Tolosaldea se unen por la libertad de Manu Azkarate

Iñaki Artola, Martxelo Otamendi y Kike Amonarriz, entre otros, han firmado un manifiesto en apoyo a Manu Azkarate, preso vasco gravemente enfermo que lleva dos semanas en un hospital de Madrid.

Rostros conocidos de Tolosaldea –como son el pelotari Iñaki Artola, el periodista Martxelo Otamendi, el presentador Kike Amonarriz, la bertsolari Oihana Iguaran o Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa– han firmado un manifiesto en el que se reclama la puesta en libertad de Manu Azkarate, que se encuentra ingresado en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid para ser tratado de una erisipela en una pierna ulcerada.

En una rueda de prensa ofrecida ayer en Tolosa, Idoia Bengoetxea, integrante de Sare, recordó que el preso vasco, detenido el pasado mes de diciembre en Marsella, padece un cavernomatosis portal, una grave dolencia que dificulta la llegada de la sangre al corazón. Esta enfermedad genera hipertensión, varices y hemorragias, y existe el riesgo de que se produzca una embolia con resultado fatal.

Además, en el caso de Azkarate no se puede retirar el cavernoma, que es una especie de tumoración, ya que se encuentra en una zona complicada. «Es urgente que los presos gravemente enfermos, como es el caso de Manu, sean puestos en libertad, porque las condiciones de la cárcel son muy duras y no puede recibir el tratamiento adecuado», destacó Bengoetxea, quien denunció que la política penitenciaria impuesta por los gobiernos español y francés vulnera la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Según informó Tolosaldeko Ataria, este próximo jueves, inicio del carnaval tolosarra, tendrá lugar una concentración en apoyo al preso. La cita será a las 12.00 en las txosnas.

El relato de Azkarate, en NAIZ

En un vídeo grabado en 2014 y facilitado por El Periodista Kanalla a NAIZ, el propio Azkarate explica que la enfermedad fue a peor tras su ingreso en prisión. «Al poco tiempo de que me metieran en la cárcel empece con hemorragias mas frecuentes, cada vez mas agudas», señala.

Recuerda entre otras cosas que en Sevilla le dejaron en el pasillo de un centro sanitario esposado «y el personal spasaba delante y no hacia caso mientras yo vomitaba sangre». «Un médico me dijo ‘mueras donde mueras, en el parte oficial va a constar que te has muerto en un hospital civil’», añade.