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ATENAS-BRUSELAS

El FMI se incorporará al tercer rescate de Grecia

Como indicó antes de la reunión del Eurogrupo el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, el Fondo Monetario Internacional (FMI) participará en el programa de rescate, al que hasta ahora solo prestaba apoyo técnico, después de que Grecia aceptara tomar medidas legislativas a partir de 2019 en caso de que no alcance el crecimiento predeterminado. Atenas logrado el respaldo a un plan para crear 100.000 empleos y a los convenios colectivos.

Grecia ha aceptado legislar reformas adicionales a partir de 2019, lo que ha permitido desbloquear la negociación sobre la segunda revisión del tercer rescate y posibilita el regreso a Atenas de los cuadros técnicos de los acreedores la semana próxima, tal como confirmaron a Efe fuentes gubernamentales en Atenas. Las mismas señalaron que ninguna de las medidas que se aprueben comportará «ni un solo euro más de austeridad» ni cargas fiscales adicionales.

El acuerdo se alcanzó en Bruselas durante una reunión entre el ministro heleno de Finanzas, Euclides Tsakalotos, y los jefes de misión de la denominada «cuadriga» –Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)–.

A cambio de su participación en el rescate, el FMI pidió medidas adicionales por un total de 3.600 millones de euros, lo que corresponde al 2% del producto interior bruto (PIB). Se supone que así Grecia podría obtener un superávit primario (sin tener en cuenta el pago de la deuda) del 3,5% del PIB a partir de 2019, un objetivo que el Fondo no veía posible con los parámetros que marcaba hasta ahora el tercer rescate. El Gobierno griego no ha concretado todavía qué reformas se contemplarían.

Según las fuentes del Ejecutivo de Syriza, el acuerdo a nivel político alcanzado ayer, que deberá ser detallado en las negociaciones técnicas, contempla también un compromiso por parte de la CE de que se excluyan del cálculo del superávit primario los costes de un programa de creación de 100.000 empleos en los próximos dos años y medio por un valor total de 3.000 millones de euros. Se trata de un programa que Grecia negocia con el Banco Mundial (BM), en cooperación con las instituciones europeas.

Al término de la reunión del Eurogrupo, su presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, confirmó el acuerdo en rueda de prensa: «El resultado de hoy es que las instituciones volverán a Atenas en el muy corto plazo».

Explicó que los equipos técnicos de los acreedores (BCE, CE y el MEDE) y el FMI trabajarán con las autoridades griegas para diseñar «un paquete adicional de reformas» que se centrarán en el sistema fiscal, el sistema de pensiones y el mercado laboral.

Final feliz, según Schäuble

Al llegar a la reunión, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, había adelantado que era muy probable que hubiera fumata bianca, puesto que Grecia y sus acreedores tenían ya una «posición común» a fin de cerrar la segunda revisión del rescate. «Parece que ahora sí tendremos pronto un final feliz. Es decir, vamos por buen camino en un contexto difícil».

Subrayó que las deudas no son en estos momentos el problema principal de ese país, «pues están financiadas a largo plazo», sino que «lo importante es que recupere también la confianza de los mercados». «Sobre todo, Grecia necesita más crecimiento y menos desempleo. Lo decisivo –añadió– es que evolucione económicamente de tal manera que sea competitiva».

Los convenios colectivos serán restaurados

El acuerdo político alcanzado ayer también contempla, según señalaron fuentes helenas, la posibilidad de poder restaurar los convenios colectivos antes de que finalice el actual rescate, en agosto de 2018, algo a lo que se oponía el FMI.

En una entrevista al periódico financiero “Naftemborikí”, la ministra de Trabajo de Grecia, Efi Ajtsioglu, insistió en la necesidad del restablecimiento de los convenios colectivos, se opuso a una mayor liberalización de los despidos y anunció un programa para crear 78.000 puestos de empleo públicos en 2017 con una inversión de 476 millones de euros. «Los convenios colectivos regularizan la vida económica y el mercado de trabajo. Además, contribuyen a hacer sostenible el sistema de pensiones y la competencia sana entre las empresas», destacó.

Y criticó al FMI por haber contribuido, al insistir en aplicar «medidas extremas e ilógicas», a arrasar los derechos laborales y permitir la arbitrariedad patronal junto con los gobiernos griegos del periodo 2010-2014. GARA