La Administración Trump estableció ayer las nuevas directrices de control migratorio en EEUU, firmadas por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, entre las que figura acelerar el proceso de deportación de inmigrantes en situación irregular y contratar a 15.000 nuevos agentes migratorios.

Washington precisa que no solo se perseguirá a los «sin papeles» con cargos criminales violentos, sino también a aquellos que hayan «abusado» de los beneficios públicos o que, «a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y nacional».

Agrega que ya no se eximirá a «clases o categorías» de una deportación, pero de la que quedan exentos aquellos jóvenes «sin papeles» («dreamers» o «soñadores») que llegaron siendo menores de edad, a los que Barack Obama dio protección especial con el programa DACA, que permitió frenar 750.000 expulsiones y que Donald Trump prometió derogar.

Beneficiado por el TLCAN

Respecto al TLCAN, que EEUU quiere renegociar, el ministro mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, afirmó que antes Washington tiene que reconocer que el acuerdo comercial «ha sido beneficioso» para su país. Añadió que sin esa declaración las negociaciones, que no espera que comiencen antes de verano, empezarían «sesgadas». Reconoció que «no serán fáciles» y aseguró que no incluirán la imposición de cuotas o aranceles aduaneros, porque lo contrario sería «un paso atrás».