Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

EH Bildu jugará sus bazas para cambiar unas cuentas de la CAV muy mejorables

EH Bildu criticó los presupuestos del Gobierno PNV-PSE porque no dan una respuesta adecuada a las necesidades de la ciudadanía, pero anunció que trabajará con «autoexigencia» para intentar cambiarlos, utilizando las bazas parlamentarias que le da que el Ejecutivo no tenga votos suficientes. Lakua deberá elegir entre el PP y la mayoría social.

Ni gobierno ni oposición actúan de la misma forma cuando el final de un debate presupuestario está ya escrito porque el Ejecutivo dispone de los votos necesarios para ganarlo. Con la mayoría absoluta garantizada, como el PNV tenía en la pasada legislatura gracias al acuerdo con el PSE, el Ejecutivo hace a lo sumo gestos de condescendencia aprobando alguna enmienda a quien quiere contentar y la oposición adopta una postura más rigorista, porque su objetivo no es el acuerdo (imposible) sino la propaganda. Esto es así y no va a ser el PNV quien se escandalice por ello porque lo ha practicado en Madrid durante años. El problema no está, por tanto, en la estrategia sino en el precio.

Tras conocer los primeros números del proyecto de presupuesto aprobado por el Gobierno de PNV-PSE para 2017, EH Bildu criticó que la subida del 1,2% sea menor que la inflación, 1,5%, con lo que «se pierde poder adquisitivo, capacidad para hacer cosas». Además, también se queda muy lejos de la subida del PIB (3,1%) con lo que el gasto público pierde peso y se aleja de los países más desarrollados.

El parlamentario Iker Casanova añadió que en las cuentas hay «un problema estructural», que es la falta de ingresos suficientes, lo que obliga a una reforma fiscal más progresiva centrada en los tipos altos del IRPF y en el Impuesto de Sociedades sobre los beneficios empresariales, para dotar a la comunidad de los «recursos necesarios para garantizar servicios públicos de calidad y el desarrollo económico».

«Negociación sincera»

Tras hacer este primer análisis de lo conocido del presupuesto, EH Bildu mostró su voluntad de entrar en una «negociación sincera» con el Gobierno para intentar que las cuentas «den una respuesta adecuada a las necesidades de la ciudadanía».

Una de las bases debe ser el compromiso de abordar una política fiscal que garantice ingresos. Iker Casanova aclaró que no se puede aducir que esa negociación corresponde a las JJGG, porque la última reforma fue fruto del acuerdo entre PNV y PSE firmado en Lehendakaritza.

Pero como explicó Casanova, eso ya no influiría en estos presupuestos sino en los futuros. Por lo tanto, EH Bildu se va a centrar en corregir las partidas de gastos, para que estos puedan cubrir mejor las necesidades sociales y, además, ser un elemento proactivo en la «dinamización» de la economía real.

Casanova explicó que EH Bildu quiere llegar a acuerdos, será «autoexigente» y hará propuestas «realistas y razonables» para cambiar las cuentas y poderles «dar luz verde». Insistió en que PNV y PSE no tienen mayoría suficiente y que su voluntad es mejorar el presupuesto y para ello jugarán sus bazas.

A partir de ahí, Casanova señaló que el Gobierno tiene que elegir entre aprobar sus cuentas con «con el PP, la derecha española de los recortes y enemiga de los derechos sociales y politicos de este pueblo», o «con la mayoría social que reivindica servicios sociales de calidad. Si mira a este lado, ahí va a encontrar a EH Bildu».

LAB pide a la izquierda que tenga «iniciativa política»

LAB teme que los presupuestos de la CAV, que están «muy condicionados» por la negativa de Confebask a una reforma fiscal y las políticas de contención del gasto, acaben siendo aprobados por PNV, PSE y PP con su «mayoría política» aunque no sean compartidos por la «mayoría social».

Por ello, su secretaria general, Ainhoa Etxaide emplazó a «las fuerzas parlamentarias de izquierda, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, a que tengan iniciativa política» de cara a las cuentas públicas de 2017 para ser «determinantes» y lograr «otro tipo de presupuestos». GARA