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Mientras la ONU impulsa el diálogo, la violencia sigue golpeando en Siria

Los yihadistas asestaron ayer un duro golpe a las fuerzas del Gobierno de Siria con un ataque simultáneo contra dos cuarteles de la ciudad de Homs, donde más de 40 de sus efectivos perdieron la vida, incluido un alto mando militar de la zona. La ONU dijo que el ataque intenta destruir el diálogo de paz y Damasco anunció represalias.

El mediador de la ONU en las negociaciones sirias de paz, Staffan de Mistura, consideró que los atentados cometidos ayer contra sedes de organismos de seguridad en Homs, en el centro de Siria, buscan hacer fracasar el proceso diplomático que el organismo internacional acaba de reanudar en Ginebra entre el Gobierno y la oposición. «Cada vez que hay conversaciones de paz, siempre hay alguien que intenta hacer descarrilar el proceso. Nos lo esperábamos», declaró De Mistura.

Varios kamikazes mataron a al menos 42 personas, entre ellas el jefe de la Inteligencia militar, en un ataque audaz contra los cuarteles generales de los servicios de seguridad en Homs.

Según medios oficiales y el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los ataques estaban dirigidos contra las sedes de la seguridad del Estado y de la Inteligencia militar, situados en los barrios de Al-Mahatta y Al-Guta, en el centro de Homs, la tercera ciudad del país, bajo control del régimen. El OSDH informó de 42 muertos, una cifra que las autoridades rebajaron a 30.

Entre las víctimas mortales figura el jefe de los servicios de Inteligencia militar de Homs, Hassan Daabul, muy cercano al presidente, Bashar al-Assad, y una de las personalidades más conocidas de los servicios de Inteligencia sirios, según la televisión pública, que añadió que un kamikaze «atentó específicamente contra el general mártir».

«Estos ataques son los más temerarios cometidos en Homs», dijo el OSDH, que explicó que un primer kamikaze se hizo estallar cuando los oficiales salieron al escuchar disparos y otros dos se inmolaron al acudir más miembros de esos servicios.

Los ataques fueron reivindicados por Fatah al-Sham (ex-Frente al-Nosra), el segundo mayor grupo yihadista por detrás del Estado Islámico (ISIS), y era hasta principios de año el principal aliado de los rebeldes que buscan derribar a Al-Assad. Seis kamikazes «tomaron por asalto los cuarteles generales de la seguridad del Estado y de la inteligencia militar en Homs, matando a más de 40 personas, entre ellas el jefe de la inteligencia militar Hassan Daabul», señaló.

Estos ataques, contra los que Damasco anunció represalias, no están directamente relacionados con las negociaciones de Ginebra ya que los yihadistas están excluidos, pero son una prueba de la fragilidad de la «normalización» en un país devastado por la guerra. Pese al alto el fuego firmado bajo los auspicios de Turquía, que apoya a los rebeldes, y Rusia, que apoya a Damasco, la violencia nunca ha cesado.

En Ginebra, la ONU intenta reanudar una nueva ronda negociaciones entre Gobierno y oposición, tras tres intentos fallidos en 2016. Pero aún no se ha establecido discusión concreta con la ONU ni entre las partes.

 

Primera visita del jefe de la diplomacia saudí a Bagdad en casi 30 años

El ministro saudí de Exteriores, Adel al-Jubeir, llegó ayer por sorpresa a Irak, lo que le convierte en el primero en hacerlo desde 1991 y marca un acercamiento entre Riad y Bagdad. Es la primera visita de un alto cargo saudí desde la caída en abril de 2003 de Saddam Hussein. Desde la invasión de Kuwait, en 1990, la Embajada saudí estaba cerrada. Al-Juber y Haidar al-Abadi, primer ministro iraquí, destacaron la necesidad de intensificar la lucha contra el ISIS y abordaron cómo reforzar las relaciones bilaterales.GARA