Joseba VIVANCO
Athletic

Nada como el hogar

Los rojiblancos salvan la papeleta con un juego raspado, aferrados al comodín de San Mamés y a los regalos de un ramplón Granada.

ATHLETIC 3

GRANADA 1

 

Nada como el hogar para amueblarse la cabeza, rezaba el conocido eslogan de una aún más conocida cadena de muebles. Doce partidos consecutivos sin perder en San Mamés, algo inédito en la corta vida del nuevo estadio, y que mantiene a flote a un equipo bilbaino que ayer se agarró no solo al calor de su hogar sino a que lo visitaba uno de los invitados más agradecidos que podía pasarse tras el fracaso europeo. Un Athletic con sensibles bajas en ataque, lo que condicinó mucho su desenvolvimiento ofensivo, volvió a ofrecer una imagen gris, escasa de ideas, imprecisa, que se sostuvo en pie porque el rival llegaba mucho más justito de todo y de paso tuvo la delicadeza de presentarse ante su anfitrión con unos bienvenidos regalos que fueron los que dilucidaron el marcador y aportaron a los leones un momentáneo y necesario respiro. Oxígeno hasta esa complicada visita que se presume a todo un Sevilla el jueves, ante el que si los rojiblancos no demuestran mucho más de lo poco exhibido ayer les puede caer una de aúpa.

Aplausos para los rojiblancos al saltar al césped para el calentamiento preeliminar, otro tanto al retirarse a vestuarios, ovaciones individuales al ser nombrados por la megafonía, eterna espera de los jugadores en el túnel de acceso al campo mientras se veía al capitán Iraizoz abrazarse a Beñat, a Williams, hablar al oído del ayer central Saborit, reconocimiento de gala para el homenajeado Ernesto Valverde a pie de césped, expectación unánime en la grada una vez echó a rodar el balón y un Athletic condenado a redimirse ante su afición frente a un Granada víctima perfecta para pagar unos platos rotos que solo los regalos andaluces lograron recomponer, al menos, hasta el próximo partido.

Partido con trampa, sostendría luego Ernesto Valverde y no le faltó razón. Porque San Mamés estaba y estaría frío, porque la resaca europea todavía generaba dolores de cabeza y porque cualquier rival con muy poco le hace daño a este equipo. Primeros aplausos para el robo de balón de la mejor versión de San José, aplausos conciliadores también para una pérdida de Lekue, el Athletic llegaba a impulsos pero sin atisbo de peligro de un rival nazarí que se cerraba con muchos hombres cuando defendía, incomodaba a la zaga bilbaina con balones en largo e impedía a los locales salir con el balón jugado cuando Iraizoz tenían la posesión. Interin en el que un inesperado robo de balón de Beñat a Wakaso al borde del área acabó con el de Igorre asistiendo a Susaeta para que pusiera ventaja en el marcador. Primer regalo granadino al que iba a agradecer con otro obsequio la defensa rojiblanca. Apenas dos minutos después, centro lateral, nadie ataca el balón y Carcela no desprovecha la monumental caraja para igualar la contienda. Nada que no estuviera previsto en el guión. Primera llegada rival, y gol.

Tímidos gritos de ¡Athletic, Athletic! que no sirvieron para mucho más que un par de tímidos remates de Yeray, y otra jugada tonta en la que el colegiado señala cesión a los visitantes. Una oportunidad que, contra todo pronóstico, los leones no dejaron escapar, Susaeta sacó en corto, Beñat amagó y Lekue disparó para sorpresa casi del mismo jugador, que puso el 2-1. Resultado que tampoco serenó el juego bilbaino, hasta el punto de que los nazaríes volvieron a generar un par de incertidumbres en la zaga local.

El partido tomaba camino de vestuarios imbuido de una sensación de intranquilidad, de ser un encuentro con trampa, como se evidenció en la reanudación, con dos casi consecutivas ocasiones del Granada, la segunda un zapatazo lejano de Uche que repelió con violencia la madera para desasoiego de una grada cada vez más a la expectativa, silenciosa y temiéndose lo peor. Primeros pitos a un mal centro de Bóveda que parecieron despertar a un Athletic que pasó casi por inercia a la ofensiva con un remate de Williams que sacó el portero rival, pero siempre limitado a la hora de finalizar las jugadas con un centro al área, donde ayer no estaban ni Aduriz ni Raúl. Así que tuvo que ser en el enésimo regalo de la tarde cuando Ochoa hizo el ‘Memo’ y un globo a la que salga puesto por Balenziaga lo acabó ganando San José para firmar el 3-1 y una gran actuación personal.

Un gol que finiquitó el partido, porque al Granada no le daba para mucho más, y al Athletic le bastaba con que San José barriera por delante y Yeray, otro de los destacados, lo hiciera por detrás. Suficiente para llegar por primera vez esta temporada al final del minuto noventa con el encuentro suficientemente resuelto. Nada como el hogar para curar las heridas, porque las sensaciones transmitidas fueron bastante justitas y en la tónica del equipo este curso. Había que ganar y se ganó. Y a partir de ahora qué.

 

Valverde: «Lo fundamental era la victoria por encima de todo»

Feliz con la victoria, agradecido con el homenaje. Ernesto Valverde se sinceró y reconoció que «para nosotros era fundamental ganar, la victoria por encima de todo, porque venimos de una situación dolorosa y las victorias siempre son balsámicas, puedes hacer un gran partido y no ganar y los fantasmas siguen. Este partido ha empezado espeso, con peligro, todavía aturdidos por lo de esta semana, y que al final lo hemos sacado sufriendo como es habitual, aunque ha habido momentos mejores, otros no tan fluidos, pero los jugadores lo han dado todo». El técnico insistió en que estaban «contentos porque era primordial ganar, porque nos engancha a esa posición de arriba y seguimos en la pelea para optar a algo».

Valverde asumió en su comparecencia que lo mejor de este triunfo es «el momento del que venimos, eso lo valoro. Te quieres poner distancia sobre aquello del jueves, pero las piernas pesan, la cabeza también le da vueltas, por eso el hecho de saber que seguimos teniendo opciones es fundamental, no quedarte descolgado. Las victorias alimentan mucho».

Un «partido espeso, pesado y peligroso», fue consciente de que al público le costó engancharse. «Se tiene que conectar por nosotros y no ha sido una tarde para recordar de empuje, ni de juego. El público espera que le demos. Pero no es un público que nos pite mucho. Nos respetan. Saben que estamos en el mismo barco». Grada a la que agradeció sus aplausos en el homenaje del club. «Ha sido una sorpesa lo de Andoni y Asier Villalibre, ha sido emocionante, lo agradezco porque me ha emocionado, no lo niego, al club y a la afición. Me gustaria recibirlo cuando hagamos algo extraordinario, pero la verdad es que me ha emocionado y sobre todo ver a Andoni –Iraola– es significativo», señalaba el entrenador rojiblanco visiblemente agradecido.J.V.

 

Homenaje al técnico por su récord de partidos

Josu Urrutia entregó a Ernesto Valverde un recordatorio de su récord de partidos, e Iraola y Villalibre, primer y último futbolistas en debutar con él, una camiseta con su apellido y el dorsal ‘292’.

 

Susaeta: «Han sido días duros, para olvidarlos»

«Han sido días duros, pero no podemos mirar atrás. Hay que olvidarlo y levantarse si queremos estar otra vez en Europa», destacó Susaeta, seguro de que «partidos como estos» llevarán a Europa al conjunto rojiblanco.