Trabajadoras del grupo Caprabo iniciaron ayer una huelga indefinida para exigir la readmisión de las 18 empleadas que han sido despedidas por el cierre de cuatro establecimientos en Iruñea, que se hará efectivo mañana, 1 de marzo. Un grupo de empleadas, entre las que se hallaban las despedidas, se concentró ante el supermercado de la calle Olite, uno de los que van a ser clausurados.

Una de las 18 trabajadoras subrayó que, aunque llevan una media de 20 años en la empresa, perteneciente al grupo Eroski, han sido despedidas «de la peor manera posible», con el ingreso de la indemnización en sus cuentas antes de que se les comunicara la rescisión.

«No podemos dejar que esto siga pasando», advirtió antes de añadir que «vamos a luchar, no solo por nuestros puestos de trabajo, sino también por nuestra dignidad».

En la rueda de prensa, la presidenta del comité de empresa de Caprabo en Nafarroa, Loli Esparza, de LAB, y la delegada de ELA Cristina Arias leyeron un comunicado en el que señalaron que hay disposición en la representación social para buscar «alternativas». Sin embargo, la dirección «no ha dado señales de vida» desde la reunión mantenida el 14 de febrero, en la que se pidió a la dirección que readmitiera a estas 18 trabajadoras.

Mediación institucional

Las representantes sindicales censuraron que el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, anunciara que había tenido contactos con la empresa «mientras que con el comité no han tenido ninguna reunión». Por ello, le solicitaron que «realice las gestiones oportunas con la dirección de Caprabo/Eroski» y convoque una reunión urgente a tres partes, con su mediación, paras buscar soluciones.

De quién sí han recibido apoyo las despedidas es del Ayuntamiento de Barañain, donde Caprabo tiene dos tiendas, cuyo Pleno aprobó una declaración institucional la pasada semana.