«Cuando era joven, todo el mundo decía que nunca perdíamos una guerra. ¿Os acordáis? América no perdía nunca. Y ahora no ganamos nunca una guerra», afirmó el presidente de EEUU, Donald Trump en un encuentro con los gobernadores del país. Y para «remediarlo» y responder a «las amenazas de un mundo peligroso», propuso «un aumento histórico» de los gastos militares, lo que se traduce en un incremento de 54.000 millones de dólares, cerca de un 9% respecto al año pasado, hasta situarse en los 603.000 millones. «Debemos empezar de nuevo a ganar guerras», insistió.

«La mayor parte de las agencias federales registrarán, como consecuencia, una reducción de su presupuesto», explicó un responsable de Administración estadounidense, que mencionó concretamente una «importante reducción» del dinero consignado a la ayuda internacional.

“The New York Times”, también mencionó recortes en otros organismos como Departamento de Estado o la Agencia de Protección Ambiental.

La semana pasada Trump ya dijo que «nadie se atreverá a cuestionar jamás nuestro poder militar. Creemos en la paz a través de la fuerza, y eso es lo que vamos a hacer».

Pero para el partido republicano no parece suficiente. El presidente de la Comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, Mac Thornberry, criticó el aumento anunciado por el Gobierno por considerar que «durante la etapa de la Administración Obama, nuestro gasto militar fue recortado en un 20% mientras el mundo se volvía más peligroso. Si bien no podemos reparar todo el daño que han hecho esos recortes en un solo año, podemos y deberíamos hacer más que lo que este nivel de fondos permitirá».

En cambio, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, alertó sobre recortes en programas que «benefician a la clase media, protegen a los consumidores de Wall Street y aseguran la calidad del aire y el agua».

El gasto militar de EEUU sigue siendo de lejos el más importante del mundo. Supone el 3,3% de su PIB, triplica el de China, la segunda potencia militar mundial, y es ocho veces superior al de Rusia, según cifras del instituto sueco Sipri.

Coincidiendo con el anuncio, el Pentágono entregó a la Casa Blanca un primer borrador de plan para acabar con el Estado Islámico no solo en Siria e Irak, sino en todo el mundo.

Pekín envía a EEUU a su mayor cargo diplomático

China envió ayer a EEUU a su emisario de mayor rango el consejero de Estado, Yang Jiechi, un diplomático más influyente incluso que el ministro de Exteriores, Wang Yi, en la primera visita de un responsable chino de este nivel desde la toma de posesión de Donald Trump. Este anuncio llega cuando las dos primeras potencias económicas se han esforzado para acercar posiciones en estas últimas semanas, después de que las explosivas declaraciones de Trump sobre la competencia económica china –acusó a Pekín de robar millones de empleos en EEUU– y las relaciones con Taiwán provocaran un distanciamiento. Entre los primeros asuntos a tratar figura la organización de una reunión de Trump y su homólogo chino, Xi Jinping. La agencia oficial Xinhua, sin embargo, solo indicó que el diplomático chino, exembajador en Washington y exministro de Exteriores, se reunirá con altos funcionarios estadounidenses para tratar sobre «lazos bilaterales y asuntos de interés común». GARA