El lehendakari, Iñigo Urkullu, retomó ayer la idea de introducir reformas fiscales. Fue en su discurso en el “Foro Expectativas Económicas”. El objetivo declarado es «disponer de suficiencia financiera». En 2016 la recaudación de las Haciendas forales quedó por debajo de las previsiones y eso ha provocado un estancamiento en los presupuestos públicos.

En su discurso de ayer, el lehendakari sostuvo (y está en negrita en el escrito) que «tras la última reforma fiscal puesta en marcha el 1 de enero de 2014, hemos comprometido compartir un análisis de sus resultados para plantear las reformas que, desde el consenso, consideremos pertinentes».

Iñigo Urkullu explicó que las reformas «estarán enfocadas a disponer de suficiencia financiera para mantener dos objetivos básicos». El primero de ellos es «garantizar la sostenibilidad futura de los servicios esenciales para la ciudadanía». Y el segundo, «favorecer la generación de actividad económica y las oportunidades de empleo».

«Ayudar a los empresarios»

En 2013 PNV y PSE pactaron una reforma fiscal, a la que se sumó el PP, que ha provocado que en este periodo la recaudación por IRPF haya crecido en 575 millones de euros (13,5%), mientras que en el Impuesto de Sociedades ha bajado 215 millones de euros (-17,66%).

Preguntado sobre si las reformas a acometer pueden hacer que la CAV pierda atractivo para las empresas, el lehendakari llegó a hablar de «paraísos fiscales» en el Estado. Pero también dijo que desde las instituciones se trata de «ayudar a los empresarios» e invitó a analizar «cuántos elementos que tiene la fiscalidad vasca para las Sociedades Anónimas, por ejemplo, ayudan aquí en Euskadi a enjuagar las pérdidas que determinadas sociedades tienen en el ámbito territorial del Estado».

Debate congelado

En su intervención, el lehendakari también abogó por la armonización fiscal en el conjunto de Europa. Precisamente a que la presión fiscal en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa es menor a la media europea se refirió hace unas semanas el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, cuando habló de que había margen para recaudar más.

El diputado general de Araba, Ramiro González, respaldó las palabras del consejero. Después, el presidente de Confebask, Roberto Larrañaga, se quejó de que se hable de subir impuestos «simplemente porque el Gobierno necesita mayor recaudación». Gipuzkoa se posicionó en contra de la subida, al igual que Bizkaia. En el Consejo Vasco de Finanzas del 14 de febrero se congeló el debate a la espera del análisis de la reforma de 2014.