SEVILLA 1

ATHLETIC 0

La cosa pintaba peor que un pimiento con el serranito fuera de la tapa. Quince minutos iniciales que se le atragantaron a los leones con palillo y todo, pero cuyas malas vibraciones se sacudieron y a partir de ahí, y del gol sevillista, completaron sin duda su mejor partido lejos de San Mamés, lo que no les dio ni siquiera para un merecido empate. Y no les llegó porque arrastra esa falta de pegada, esa ausencia notable de Aduriz arriba que priva al equipo de finalizar lo que, como ayer, generó. Porque pasó por encima de los de Jorge Sampaoli, fue mejor salvo en ese inicio lastrador, multiplicó llegadas, remates siempre infructuosos, adoleciendo de una maldad cara a meta que en ausencia del donostiarra solo detenta Raúl García; el resto, lo sigue intentando.

A los cinco minutos de partido el empuje sevillista y una movilidad de sus hombres de arriba más que la de Sampaoli en su área técnica generó el primer susto para Iraizoz, que vio cómo un cabezazo de Jovetic rozaba el larguero. Malas sensaciones de inicio en un choque de muchos amperios, sobre todo después de que cuatro minutos después los locales tuvieran una doble ocasión, la primera salvada a una mano por Iraizoz y la segunda repelida por un defensor. Los andaluces le ponían un par de velocidades más al juego, el Athletic sobrevivía a esos primeros compases de zozobra y al poco llegó esa jugada en la que Etxeita estiró la pierna al quiebro de Vietto y le tocara o no, ese gesto del defensor siempre es sinónimo de penalti. Iraizoz se luce deteniendo el golpeo de Jovetic pero la zancada de Iborra puede más que la reacción de Yeray y el capitán remacha a la red. Era la puntilla a un desubicado arranque de los rojiblancos que, por fortuna, lo que presagiaba una sofocante noche tornó en una muy mejorada imagen de los bilbainos de ahí al descanso, casi media hora en la que tomaron las riendas del partido, del balón, hasta acabar con más posesión que un Sevilla habituado a tener la pelota en casa, y firmando un buen número de llegadas aunque sin esa brizna de fortuna o pegada que equilibrara la contienda.

Le costó a los de Valverde meterse en el choque, disponer de balón para proponer algo, pero lo fue haciendo, igualó, sobre todo, en intensidad al Sevilla, y de ahí nacieron unas cuantas llegadas, la más peligrosa el cabezazo de Raúl García que repelió la madera. Con Williams inédito, Muniain fue encontrando su espacio, San José asumiendo galones en la medular, y el ‘potrillo’ Lekue percutiendo una y otra vez por banda derecha pero con tanto descaro como ineficacia.

El Sevilla bajó prestaciones, el Athletic creció con los minutos, lo intentó como nunca con disparos lejanos y acabó el primer tiempo con una de Williams ajustando cerca del poste y otro de San José arriba que generó el malestar de Sampaoli en banda.

El segundo tiempo fue un calco del primero, más aún, porque el Athletic fue mucho Athletic para el Sevilla, presionando alto, robando muy adelantandos, invitando a los andaluces a terminar pidiendo la hora. Raúl probó de lejos un par de veces, Yeray y San José mandaron sendos cabezazos fuera por poco, rondaron el área de Sergio Rico hasta desesperarse, pero aquello estaba más cerrado que el mostrador de un funcionario a las tres de la tarde, pero porque el Athletic llegaba tarde al remate. No le dio para el empate merecidísimo como poco. Hubo hechos, no solo palabras. Pero sin gol.

San José asume que les faltó finalizar

Mikel San José resumió al final del duelo las sensaciones bilbainas: «Lo hemos intentado y no ha podido ser, hemos sido un equipo valiente, y sinceramente no hemos sido menos de ellos. Hemos venido a ganar y hemos hecho méritos para ello. Pero se trata de meter goles».

Multas de 3.001 y 600 euros por una cerveza

El Comité de Antiviolencia ha multado con 3.001 euros a un fotógrafo por «pasar» una lata de cerveza a unos espectadores en San Mamés en el partido ante el granada. Además, multa a un aficionado con 600 euros en el sector 110 del campo por consumir la lata de cerveza.