Joseba VIVANCO
Athletic

Una vez más

Nuevo partido espeso de los rojiblandos que lo salvan ante un correoso Málaga gracias a un penalti transformado por Raúl García.

ATHLETIC 1

MÁLAGA 0

 

Dice el dicho que cuando la semana está de piojos, en balde te cambies la camisa. Vamos, que cuando las cosas vienen mal dadas en vano intentes reconducirlas porque está de que no. El Athletic que venía de perder y firmar una notable resurrección futbolística a orillas del Nervión, volvió ayer por sus fueros en lo que a juego se refiere, es decir, al sufrimiento hasta el pitido final porque es incapaz de superar a nadie con un marcador holgado, tanto que necesitó de un penalti que transformó Raúl García mediada la segunda mitad y cuando Ernesto Valverde se la había jugado ya dando entrada al chaval Villalibre. Ganó, que a estas alturas es lo único ya que importa aunque fuera desde los once metros porque de lo contrario el marcador ni se hubiera movido, vivió con agonía esos cinco minutos de prolongación que provocaron los pañuelos blancos de la grada, y volvió a dejar esa sensación de que la ansiada reacción que se estabilice en el tiempo se retrasa tanto que dudamos ya de que vaya a aparecer de aquí a mayo. Tres puntos, no obstante, al abrigo de ese talismán llamado San Mamés, y a afrontar con entendible incertidumbre el derbi ante la Real del domingo.

Domingo tarde en el Botxo, de fina lluvia, horario de sentarse a cenar, floja entrada en San Mamés y silbidos nada tímidos para un Athletic que en dos minutos recibía hasta tres remates de un Málaga atrevido de inicio, pero que con el transcurrir del partido fue reculando, tratando de llegar a los dominiios de Iraizoz con balones largos, pero siempre a merced de un conjunto rojiblanco dominador del juego y también de la pelota, pero cuya posesión solo le daba para amagar frente a Kameni pero no terminar de dar. Dos minutos iniciales en que Charles, el mismo que inaugurara el marcador del nuevo estadio, cabeceó dos veces demasiado solo, lo que sirvió a los leones para espabilar, al ordeno y mando desde un Ernesto Valverde que se veía obligado a dar sus primeras recomendaciones a pie de césped. Su equipo pasó a modo control y con un ritmo de juego más alto que lo que venía siendo habitual, con mucha movilidad de sus jugadores de ataque, presencia constante y protagonismo para todos ellos, se adueñó de una primera mitad a la que le faltó lo de siempre, remate y por ende gool.

Lekue, ayer en el lateral, deeperdició mandando de primeras a la grada un córner templado de Beñat, pero no fue hasta pasados los veinte minutos cuando en un balón largo y un consiguiente error defensivo, Susaeta tuvo la única ocasión clara de los locales, pero su disparo cruzado lo sacó Kameni. Un cabezazo rozando el larguero de Yeray y una acrobática volea de Raúl al que se le fue alta, fue lo más peligroso de un Athletic que se marchó al descanso con el 61% de posesión, un tiro de Lekue que se envenenó al tocar en un defensa, pero con la sensación de no conseguir poner nervioso a un Málaga hasta cómodo.

El inicio del segundo tiempo fue un calco del primero. A los tres minutos un paradón de Iraizoz a cabezazo de Jony, y el navarro, tan cuestionado, sosteniendo al equipo cuando más lo necesita. Dos peligrosos córners consecutivos metieron el miedo en una grada que veía cómo sus jugadores salían como descentrados y torpes, hasta que tuvo que ser un ayer entonado Susaeta el que enarbolara el toque de corneta hacia la meta malacitana. El Athletic no podía demorar mucho más su acoso y derribo habitual en San Mamés cuando el contrario se le resiste. Se puso a ello con prontitud, mientras los andaluces esperaban su oportunidad la contra.

El partido, abierto, no era una garantía para los rojiblancos porque iba con todo y sin acierto, y desguarnecía sus espaldas. Un intento de acometida en el que a diferencia de otras ocasiones el Athletic no conseguía traducir en nada concreto, ni siquiera intimidar a un Málaga el cual seguía sintiéndose cómodo y con el paso del tiempo hasta crecido para poder rascar algo más que un trabajado punto. Pero en eso llegó la jugada determinante del encuentro, llegada de Lekue hasta la línea de fondo, centro atrás, y el remate de Williams toca en la mano de Camacho. A falta de Aduriz, Raúl García asumió la responsabilidad de dar el triunfo a los leones.

Se trataba de hacer un gol más que el rival, y así fue, porque la impotencia del Athletic cada vez que se acercaba al área de Kameni llevaba camino de desesperar. De ahí al final, nerviosismo, descontrol, los visitantes a por una igualada que salvó Bóveda a falta de diez minutos, los cinco de agónica prolongación, y ese salvador pitido final que dejó la crucial victoria en San Mamés, una vez más, en un desdibujado partido de los rojiblancos, una vez más, con una alarmante falta de pegada, una vez más. Y aunque sea así, tres puntos, una vez más.

 

Valverde: «La gente valora esa insistencia que le ponemos»

«Importancia por lo que supone, adelantar una posición», reflexionaba Ernesto Valverde, ante « un rival duro, que siempre pone las cosas difíciles, y aante el que hemos sufrido porque depende de cómo fuera el marcador el partido se nos iba a hacer largo. Han repetido jugadores –en el Athletic– y al final hemos terminado suufriendo y defendiendo ese gol».

El técnico asumió que «en el inicio nos han sorprendido porque hemos tenido un par de errores, y en base a esa presión han llegado. Luego nos hemos ido haciendo dueños, llegábamos con peligro aunque ellos se defienden bien. En el segundo tiempo han estado metidos atrás por momentos, pero nos resultaba complicado sobrepasar sus líneas. Estos partidos con el Málaga son complicados, ellos entran mucho en la disputa». En resumen, sintentizó, «marcador corto como suele ser» en San Mamés. Igualmente admitió que su equipo no había estado fluifo. «Es posible por el poco descanso que hemos tenido. Fue duro allí en Sevilla, pero también hemos intentado llevar el peso del partido, pasábamos bien su línea y poco a poco los metíamos atrás. A base de ir poco a poco los rivales lo van acusando, muchas veces ganamos a los puntos, nos falta claridad para finalizar, pero con nuestra insistencia lo conseguimos. Es difícil llevar el ritmo que le ponemos. Yo creo que la gente sí lo valora». Por cierto, reiteró que «el público necesita que le empujemos, cuando lo hacemos el público se engancha. Contamos con ellos». Respecto a l as dos victorias tras la eliminación europea, dijo que «yo no tenía dudas de que el equipo se iba a levantar, siempre da la cara independientemente de cómo vayan las cosas». Al final triunfo justito, pero «era muy importante conectarnos a la Liga y esa perspectiva de meternos arriba». Ahora, a esperar ese derbi en Anoeta para engancharse más arriba.J.V.

 

La entrada más floja de la temporada

El de ayer fue el partido con la presencia de público en San Mamés esta temporada. 33.438 espectadores, según los datos facilitados por la Liga. El tercero más flojo fue el pasado ante el Granada.

 

«Contra el Málaga siempre son partidos duros»

«Son partidos duros contra el Málaga, siempre. El equipo tiene la mentalidad de ganara cada día, ahora un partido bonito ante la Real», dijo Raúl García, que jugó ayer su partido 75 con el Athletic y anotó un gol.