El Real Madrid es, con todas sus lagunas futbolísticas este curso, el equipo de Primera que más centros al área pone cada partido. El Athletic es el tercero. Es decir, que el clásico liguero por excelencia del sábado promete un maridaje entre un sukalki y un cocido madrileño de tanto balón a la olla que puede deparar. Sin embargo, la diferencia estriba en que mientras los merengues tienen a uno de sus mejores ‘servidores’ de balones desde los tiempos de Michel, como es Tony Kroos –nueve asistencias de gol esta Liga–, y a un Sergio Ramos que convierte en gol todo lo que remata –11 tantos a centros del alemán desde que juegan juntos–, el Athletic pasa por ser el conjunto que siendo de los que más centra en busca de destinatario, menos porcentaje de esos balones gana ante las defensas rivales.

Los rojiblancos están sacando un pobrísimo provecho a las jugadas de estrategia, sean faltas o córners, lo mismo que a las llegadas por banda, cuyos centros muchas veces dejan que desear, otros no suelen encontrar compañero y cuando sucede el ‘milagro’ es cuestión de frotarse los ojos y festejarlo por todo lo alto. En este apartado, quién sabe si una de las claves reside en la ausencia de Susaeta en los onces habituales. Beñat es el jugador con mucha diferencia que más pases templa a sus compañeros, pero solo un 28% de ellos acaban en remate; por contra, los de Markel, muy por debajo del de Igorre en el número de centros y hasta de Balenziaga, son rematados en un 31%. De los cetros de Lekue, su sustituto en la titularidad, sólo un 18% encuentran un compañero; peor bagaje tiene Williams, segundo máximo centrador del equipo y con un pobre 14% de remates.

Veremos si el regreso de Aduriz a San Mamés, tras su lesión, revierte al menos por un día ese déficit otrora inexplicable en un equipo como el bilbaino, que siempre ha destacado por su poderío en las alturas y ha tenido también buenos centradores.

Y si está siendo poco efectivo arriba, al Athletic tampoco está siendo especialmente certero en lo que a defender el juego aéreo en su propio ‘jardín’ se refiere. Ante la Real fue evidente lo que padeció la zaga a la hora de solventar los centros donostiarras, ya fueran tras llegada por banda o de saques de esquina. Por ejemplo, uno de los más destacados, Yeray, el central de menor estatura del equipo, se vio siempre superado, y el poderío de Iñigo Martínez o Navas al subir a rematar quedó patente, lo mismo que un par de testarazos de Juanmi, el más peligroso en el que se lució Kepa. Un dato revelador: la Real conectó siete cabezados en el área rojiblanca; el Athletic solo uno en la de Rulli.

Problemas con los que deberá terciar ante un rival madrileño que ¡ojo! suma 20 goles de cabeza esta campaña en Liga, una cifra a tener muy en consideración por cuanto en los últimos 25 años tan solo Betis, en la 96-97, y el propio Madrid y Atlético, en la 2014-15, superaron al final de temporada esos dígitos con 25 y 24 tantos, respecticamente.

Mucho ojo a Sergio Ramos

El Athletic –un secreto a voces pero al que no ponen remedio las zagas rivales–, tendrá que tener una especial vigilancia sobre quién si no Sergio Ramos. El de Camas suma seis tantos de cabeza, lo que le sitúa como el mejor en el ránking de la Liga. No solo eso, sino que sus goles casi siempre, según las estadísticas 19 de los 23 últimos anotados, le sirven a su equipo o para igualar o ganar el encuentro.

A lo anterior hay que sumarle un dato que puede explicar en parte esta última reflexión. Que el central sevillano aparezca como clave para esa consecución de puntos a partir de sus goles tiene también que ver con el hecho de que el Madrid lleva marcadas nada menos que 13 dianas en los últimos diez minutos de partido. Ese epílogo en el que el conjunto blanco se vuelva con todo sobre la meta contraria y acaba por tener premio, y ahí su capitán siempre parece tener algo que decir. Tanto que sin su capacidad anotadora esta campaña su equipo sería ahora mismo tercero en la tabla. Avisado está el Athletic.

Sin color en la pegada entre Athletic y Madrid

Un error en una cesión al portero y un penalti precedieron los dos últimos goles bilbainos. De ahí a afirmar que el equipo ha afinado la mala puntería media un mundo. Ante el Madrid, los leones tendrán que mejorar mucho su pegada, porque entre los merengues hay hasta cinco jugadores con un promedio de tiros por gol mejor que el del ‘pichichi’ rojiblanco Aritz Aduriz. El donostiarra necesita de 8,6 remates para anotar, mejor ratio que Cristiano Ronaldo, 8,9, pero peor que Isco, Ramos, Morata, Benzema y Bale. Por cierto, marcó Iñaki Williams en el derbi, pero su media es la de necesitar de 16 disparos para materializar uno, aunque peor es la de Raúl García, de necesitar 17 por gol.J.V.