Cuando el domingo por la mañana en Donostia Ernesto Valverde anunció que Kepa Arrizabalaga sería el portero titular contra la Real, Gorka Iraizoz pensó que el partido de la jornada anterior contra el Málaga pudo haber sido el último que ha jugado con el Athletic.

Al ondarroarra le dieron el alta médica ese sábado, tras una semana en la que Valverde había reconocido que estaba muy recuperado pero que había que tener cuidado con su lesión muscular que afectaba sobre todo a su golpeo de balón en largo, porque una cosa es hacerlo en un entrenamiento y otra muy distinta hacerlo con la tensión de un partido. Sin embargo, con el alta en la mano, en cuanto el entrenador tuvo oportunidad de alinearle lo hizo y eso que el derbi es uno de los encuentros de especial tensión. Está claro que Kepa es ya el portero titular del Athletic y salvo lesión, sanción o que el equipo no se juegue nada en alguna de las últimas jornadas, será él quien juegue todos los partidos.

Así, Iraizoz pasará a ser el portero suplente hasta final de temporada. Después, para la próxima, habrá tres porteros en la plantilla con Kepa y Alex Remiro más Iago Herrerín tras el fin de su cesión al Leganés. Los planes del club pasan por quedarse con Herrerín y aprovechar su veteranía (29 años) y ceder a Remiro (22) para que siga teniendo minutos de juego.

Ayer, en un acto promocional de la marca que le suministra los guantes, Iraizoz (36 años) reconoció que el club no se ha puesto en contacto con él. Con tono de resignación declaró que «no ha sido así y no pasa nada. La vida continúa y hay muchos más retos por conseguir, el primero ayudar a mis compañeros en esta parte final de la temporada». Reconoció que, a diferencia de la temporada pasada, su actual contrato no contempla una cláusula de renovación automática por jugar 30 partidos oficiales. Esta campaña, de las diez que lleva en el Athletic, Gorka Iraizoz suma 23.

En cualquier caso, dejó claro que se siente con «fuerzas, energía y capacidad para seguir jugando al fútbol», aunque volvió a matizar que, ahora, solo piensa en «ayudar» al equipo. «No sé lo que me deparará el futuro, pero eso ahora no es lo más importante. Mi situación contractual es la que es y de ahí en adelante ya se verá», sentenció.

Remiro se pasa por Lezama

Por su parte, el tercer portero en el escalafón, Alex Remiro, quien el miércoles sufrió un traumatismo cráneo encefálico por un balonazo en el entrenamiento, no se entrenó ayer pero sí se acercó a Lezama a visitar a sus compañeros. Está aún de baja por continuar en observación y debe guardar reposo varios días.

El meta navarro solo recuerda del percance el momento del balonazo y el traslado posterior en una ambulancia medicalizada. También se acuerda de que al hospital llegó tan rígido que no pudieron ponerle una inyección. Remiro será una de las dos bajas seguras en el Athletic para el partido de mañana. La otra es la del medio centro Mikel San José por sanción después de completar en Anoeta el ciclo de amonestaciones.

Quien posiblemente tampoco estará es Sabin Merino. Ayer se ejercitó con normalidad con el resto de la plantilla tras haber superado la lesión que sufrió frente al Granada, pero quizás le den descanso hasta después del parón liguero.

Aduriz remarca la fortaleza en casa del equipo

En relación al partido del sábado, Aritz Aduriz reconoció que el Real Madrid es «uno de los mejores equipos que hay. Tiene jugadores increíbles y determinantes. Sabemos que para sacar algo positivo hay que hacer un partido prácticamente perfecto, pero en San Mamés somos un equipo fuerte y tenemos capacidad para ponerle las cosas muy difíciles».

Pepe no llega a tiempo por lo que jugará Nacho

Zinedine Zidane no podrá contar mañana con Pepe en el centro de la defensa por lo que deberá de recurrir a Nacho, un jugador con el que solo cuenta cuando no le queda otra. El cuerpo técnico tenía la esperanza de recuperar al defensa portugués, pero en el entrenamiento de ayer tampoco pudo estar con el grupo. A falta solo de la sesión de hoy, parece imposible que Pepe pueda jugar.