Nerea GOTI
PROYECCIÓN DE «EL PESO DE LA MANTA» Y COLOQUIO

«Ser mantero no es delito», punto de arranque en la defensa de derechos

LAB recibió ayer en Bilbo al sindicato que han creado en Catalunya vendedores ambulantes y cuyos primeros pasos presenta el documental «El peso de la manta». Ninguno de ellos escogió ser mantero, pero no tuvo otra salida, así que han decidido organizarse y luchar por sus derechos. Ayer encontraron en LAB un puente.

Invitada por LAB ayer se presentó en Bilbo una central sindical nacida recientemente en Barcelona; se trata del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Cataluña y agrupa a los que popularmente se conocen como manteros, una iniciativa que reúne a unas 200 personas que se han propuesto reivindicar sus derechos como personas y como trabajadores y que trasladan a la calle con lemas como “Sobrevivir no es delito, ser mantero tampoco” o “Perseguid banqueros, no manteros”.

La cita arrancó con la proyección de “El peso de la manta”, un documental producido por Otoxo en Barcelona, que reúne testimonios de vendedores y cuenta los primeros pasos del nacimiento del sindicato. Sus protagonistas hablan ante la cámara en primera persona de su situación, de cómo sacrificaron su vida para llegar a una irreal Europa prometida, siguiendo un sueño que vieron convertido en una pesadilla, el frío recibimiento como ‘ilegales’ unido a una mochila, a la que inevitablemente siguen horas de patear la calle para obtener recursos, persecución y represión.

«Queremos trabajar, integrarnos y ser parte de este país», reiteraron. LAB mostró su ofrecimiento a crear puentes para unir luchas en defensa de los derechos de los trabajadores y su compromiso para situar su problemática en el centro de la agenda sindical.

Sus invitados reiteraron que sus enemigos no son los comerciantes sino «los grandes almacenes» y avanzaron que han llevado al Congreso una iniciativa para despenalizar la venta ambulante y animaron a sus compañeros vascos a organizarse, como ya lo han hecho en Málaga o Zaragoza, entre otros lugares. El sindicato, tal y como comentaron, les ha dado fuerza, han comprobado que por separado son más vulnerables. El colectivo es también más influyente. De hecho, es el interlocutor con el Ayuntamiento de Barcelona para la creación de un plan social de ocupación, aún insuficiente, pero que es ya un espacio de diálogo.

En representación del sindicato, Lamine Bathily, habló ante una audiencia con amplia representación de miembros de la comunidad africana residente en Bilbo. Compartió mesa con Papa Mia, representante de la asociación bilbaina Mbolo; Prunelle Girardeu, una de las directoras del documental, y Urtzi Ostolozaga, de LAB.

Explicó Bathily que una de las labores del sindicato es mostrar la realidad del colectivo frente a ideas falsas que les estigmatizan. Relató las dificultades que encuentran para regularizar su situación legal, cómo les afecta la Ley Mordaza, los golpes e insultos que reciben en dependencias policiales cuando no hay cámaras... y citó a su compañero Sidil Moctar, condenado a cinco años de cárcel acusado de haber golpeado a un policia, cuando «lo que hacía es defenderse de una agresión policial».

«No vinimos a dedicarnos a la venta ambulante», comentó Bathily, a lo que sus compañeros en Bilbo respondieron que ellos tampoco lo hicieron para cobrar la RGI, «queremos trabajar, nosotros también estamos formados».