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Homenaje de Zuia a los represaliados que soñaron con la libertad

El Ayuntamiento de Zuia, junto con numerosas vecinas y vecinos y representantes políticos de todas las fuerzas tanto municipales como de las Juntas Generales de Araba, inauguró el sábado un monolito tallado por un vecino e instalado en los jardines de entrada al antiguo convento de los Padres Paúles.

Al lado, en una escultura de Iñigo Arregi, que pretende ser una marca de la memoria en el territorio alavés, se descubrió una placa con el siguiente texto: «Este edificio, siendo convento de los Padres Paúles, fue un campo de concentración franquista durante tres años y medio. Unas tres mil personas fueron recluidas aquí sin ningún tipo de juicio. Miseria, esclavitud, torturas, castigos… algunas incluso la muerte. El pueblo de Zuia quiere homenajear a estas personas, para que no se olvide lo ocurrido y con el deseo de que su sueño de libertad se haga realidad».

El alcalde de Zuia, Unai Gutiérrez Urkiza, destacó que con el monolito y la placa quieren que no se quede en el olvido lo ocurrido y que «las próximas generaciones, que pasarán por aquí a diario, mantengan esa memoria y, con ello, homenajeen a todos aquellos que soñaron con la libertad».

Eztizen Durana Ircio, joven zuiarra de la primera quinta que estudió ESO en el ahora instituto, comentó en euskara que es importante mirar al futuro y, «sin ningún atisbo de rencor, afirmar que seguimos con la misma ansia de libertad de aquellas personas».

Se danzó un aurresku ante el monolito y se hizo una ofrenda floral por parte de todos los asistentes, con especial protagonismo para los familiares de personas represaliadas que acudieron desde diversos puntos de Euskal Herria.