Jon Odriozola
Periodista
JO PUNTUA

Centenario de octubre

Se cumplen 100 años del más grande hito que vieran los tiempos: la Revolución de Octubre de 1917 protagonizada por las masas trabajadoras dirigidas por la clase obrera y su vanguardia bolchevique con Lenin a la cabeza. Revolución odiada por la burguesía antaño y sus amanuenses con sello «izquierdista» hogaño. Inútil empeño: se ponen inyecciones en la pata de palo.

Hecho este introito que inflama los corazones de los comunistas –y de cualquiera que sienta pasmo ante las turbulencias y mojones históricos–, me gustaría recordar dos revoluciones precedentes –de carácter democrático-burgués– al big bang de Octubre: la Revolución de 1905 y la de febrero de 1917. Sin entender estas no se concibe la tercera. Antes de seguir diré que mi origen no es obrero, sí mi ambiente (factor importante para el noble Montesquieu), soy un desclasado de arriba abajo, justo al revés que los vendeobreros que se desclasan de abajo arriba, será que son más listos que yo que sigo con melenas.

Algo iba a pergeñar sobre la olvidada Revolución de 1905 y ya se agota el espacio.

Estenográficamente diremos que los célebres Soviets –sólo nombrarlos tiembla el misterio mesocrático y la bonhomía de la «buena gente», me río yo– formados por obreros industriales, como los de la fábrica Putilov, un AHV de entonces, aparecieron por primera vez en 1905 (con la guerra ruso-japonesa de fondo más huelgas generalizadas) saltando por encima de todas las leyes del zarismo sin los complejos con que hoy quieren maniatar y engatusar a las masas (¿será esto un anacronismo?). Los soviets de obreros, campesinos (la mayoría activa) y soldados (desertores de la I Guerra Mundial hartos de que les dieran escapularios en vez de pan) se unieron en la revolución de febrero de 1917.

Ah, amigos, la melancolía me invade, cómo suspiro contando estas batallitas. ¿Diré que el Acorazado Potemkin –y la maravillosa película de Eisenstein– y la revuelta de la marinería contra oficiales criminales ocurrió en 1905 en Odessa? ¿La escena dramática de la escalinata? Fue derrotada. Fue una chispa que encendió la pradera. Algo más diremos, si dios quiere...