El Ibex pudo poner a salvo los 10.300 puntos, pese a que dos horas y media antes del cierre de la sesión parecía una tarea complicada. Pero lo logró gracias a las eléctricas y la contención a la baja de Wall Street después de la derrota de Trump en su primer intento de tumbar la reforma sanitaria de Obama. No obstante, se mantiene la alerta sobre el futuro de los planes del presidente sobre la reforma fiscal y otras medidas que alentaron a los inversores en Estados Unidos. De momento, se cree que sufrirán un retraso mayor de lo esperado porque deberá medir mejor sus pasos y apoyos para evitar un nuevo tropiezo en el Congreso.

En la jornada de ayer, las bolsas europeas salieron en rojo, presionadas por lo sucedido en Washington, y también por la escalada del euro frente al dólar hasta su mayor nivel del año. Tampoco ayudaba la evolución del precio del crudo, que estuvo a punto de perder los 50 dólares en el barril de Brent. Pero no todo fueron malas noticias, ya que la confianza empresarial en Alemania, según el índice IFO, registró en marzo la lectura más alta desde julio de 2011.

El Ibex perdió un testimonial 0,06%, hasta los 10.302,90 puntos, sus máximos de la sesión. Los recortes en París (-0,09%), Fráncfort (-0,57%) y Londres (-0,59%) eran mayores. En el Ibex, fue decisiva la aportación de las eléctricas para salvar los 10.300 puntos. Iberdrola ganó un 1,34%; Red Eléctrica, un 0,63%; Gas Natural, un 0,60%; y Enagás, un 0,71%. El mejor del índice fue Meliá (+2,12%). Entre los perdedores, ArcelorMittal cayó un 4,66%; IAG, un 2,80%; y Acerinox, un 2,69%. De los pesos pesados, destacó la caída de Santander (-0,88%). En París, las subidas eran lideradas por Nokia (+1,55%), mientras que ArcelorMittal (-4,87%) registraba el peor balance.