ELA no piensa virar en su estrategia; muy al contrario, pretende reforzarla y así lo plantea en la ponencia que más de 2.000 delegados debaten de cara al XIV Congreso que cerrará el 15 y 16 de junio en el Palacio Euskalduna de Bilbo. El lema del proceso es nítido –‘‘Indarberritzen’’–, como lo fue la reflexión lanzada ayer en su presentación por su secretario general, defendiendo su «autonomía» frente a las presiones; la última por boca de Xabier Arzalluz, sumándose a otras voces del PNV, del Ejecutivo de Lakua o de la patronal.

La principal fuerza sindical del país aboga por mantener la línea de confrontación contra las políticas de austeridad y las reformas laborales, y la denuncia de «la farsa del diálogo social que no existe», proponiendo un proceso soberanista «que conecte las aspiraciones nacionales con las sociales de una mayoría social empobrecida».

Txiki Muñoz dijo que sus posiciones vienen marcadas por «la crudeza que vive la gente», añadiendo que es «una realidad injusta que no inventa ELA, sino que se refleja en cualquier estadística». «Ya nos gustaría que las cosas fueran de otra manera y no hubiera causas para ser tan crudo en la descripción de lo que está pasando», confesó.

El dirigente sindical manifestó que «ELA se ha ganado a pulso la autonomía, financiera y política», que consideró «un auténtico tesoro», para no «verse sometido a que desde fuera alguien nos diga qué papel tienen que desempeñar». Reconoció que son muy conscientes de que «algunos toleran muy mal la autonomía de nuestra organización», citando que no les gusta que opinen sobre fiscalidad, presupuestos o dispongan de una caja de resistencia para las trabajadoras de las residencias de Bizkaia en lucha. «Se pueden realizar críticas, pero sin faltar al respeto a nadie», apostilló.

Muñoz se reafirmó en su apuesta soberanista y cuestionó la del PNV, diciendo que ELA no cree que «haya margen para llevar adelante la soberanía y ni siquiera un sano autogobierno por la vía de la bilateralidad porque no hay nadie al otro lado». «La única bilateralidad que funciona con el Estado español sirve para aplicar las políticas de ajuste», subrayó.

ELA defiende la acumulación de fuerzas para alcanzar mayores cotas de soberanía y justicia social, de ahí que abogue por priorizar su relación con LAB y se esforzará en ello, a pesar de que, como reconoció Muñoz, tienen «desencuentros» con el sindicato que aún lidera Ainhoa Etxaide, «sobre todo» en materia de negociación colectiva. «Ambas confederaciones compartimos un proyecto nacional y de clase, y la desafección respecto al modelo de concertación social. Apostamos por un sindicalismo combativo y nuestras organizaciones no están enganchadas a la financiación pública», añadieron.

Avance en los cambios para que las mujeres adquieran protagonismo

La ponencia que se eleva al Congreso apuesta por avanzar en cambios para alcanzar una mayor equidad de género, de modo que el peso de las mujeres se refleje en la vida interna y en la dinámica sindical y reivindicativa.

A la cita de Bilbo, en junio, acudirán 421 delegados y 315 delegadas, lo que para ELA refleja el «significativo avance en la presencia femenina» dentro del sindicato. Por otro lado, a la Ejecutiva se incorporará Pello Igeregi, repitiendo los otros once integrantes actuales. A.G.